La selección tiene 14 unidades y todavía está en la lucha por el quinto lugar. (Foto: Andina)
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Una derrota contra Colombia entraba en el cálculo de los hinchas más optimistas, incluso era el resultado más probable: los ‘cafeteros’ son una de las selecciones más sólidas de estas Eliminatorias y empataron contra Argentina en Buenos Aires. Pero el problema de Perú fue la decepcionante forma en que cayó derrotado en el ‘infierno’ de Barranquilla.
La blanquirroja demostró nuevamente que como visitante es un equipo endeble, desordenado y sin una identidad de juego. El gol de penal de Radamel Falcao llegó en un momento en el que Colombia controlaba las acciones, pero no generaba mayor peligro. A partir de ahí el partido fue otro y las deficiencias de la blanquirroja se hicieron evidentes.
Los dos cambios de Sergio Markarián a los 30 minutos del primer tiempo fueron el principal síntoma de que Perú carecía de ideas. El segundo tanto antes del final del primer tiempo selló la derrota, una más de visitantes. El resto del encuentro fue una selección local dosificando esfuerzos y manejando las acciones a su antojo.
La blanquirroja no tenía forma de revertir el marcador, menos aún con algunos jugadores que no demostraron jerarquía ni madurez. ¿Hasta cuándo Carlos Zambrano – llamado a ser el próximo referente de la selección – cometerá faltas absurdas para ser luego expulsado?, ¿debe Juan Manuel Vargas ser titular?, ¿cuándo aprenderemos a ser visitantes?
Pese a todo y con un poco de suerte, Perú sigue con vida. Uruguay robó tres puntos de visita y empató a Venezuela con 16 unidades. El siguiente partido de la selección, a jugarse el 6 de septiembre en el Estadio Nacional, es contra los charrúas y los llaneros – que aún no descansan en esta ronda – visitarán a Chile, un encuentro que, en teoría, deberían perder. Solo una victoria en casa servirá para seguir en la pelea por el repechaje para el Mundial.
Cuatro días después, el equipo de Markarián deberá visitar a Venezuela en Puerto Ordaz. Ese será el partido que definirá si Perú puede llegar a Brasil 2014 o si, una vez más, se queda en el camino por poco. Preocupa que en funcionamiento colectivo nuestra selección haya demostrado muy poco, bastante menos que los rivales directos.
Con errores y aciertos, Perú sigue con vida y quedan dos finales más. El ‘Mago’ tiene tres meses para replantear sus esquemas y estrategias – sobre todo cuando tiene que salir de Lima –, pues ya no queda margen para el error. La selección aún depende de sí misma y hay 30 millones de hinchas que todavía sueñan con Brasil.
