(Foto: Cortesía Borussia Dortmund)

(Foto: Cortesía Borussia Dortmund)

Síguenos en Facebook



Perder a Marco Reus, enfrentar aprietos financieros, cambiar su forma de jugar y hasta tener que separarse del entrenador Jürgen Klopp. La crisis del Dortmund en la Bundesliga acarrea muchos peligros para el club.

Aunque la crisis del Dortmund se limita a su participación en la Bundesliga, pues en la Champions League y en la Copa Alemana el equipo brilla, los motivos de preocupación están justificados. La difícil situación pone en juego mucho más que simplemente la lucha por el título en Alemania; para los dirigidos por Jürgen Klopp se trata de defender el espacio que han ganado en los últimos años, y de poder seguir construyendo el futuro de un club que ha refrescado el fútbol internacional con su dinámico estilo.

Sumar apenas siete puntos en ocho fechas de la Bundesliga, acumular cinco derrotas en el torneo alemán, haber encajado ya 14 goles en contra y enfrentar el peor arranque de temporada en los últimos 27 años, explican que el director deportivo del club, Michael Zorc, hable de “la más difícil situación en nuestra historia reciente”, cuyas consecuencias pueden ser muy graves.

El futuro de Reus

Perder a su máxima estrella, Marco Reus, puede ser el precio más caro que el Dortmund tenga que pagar por la crisis que enfrenta. El jugador alemán es una de las figuras internacionales más apetecidas por los mejores clubes de Europa. El Bayern Múnich no ha ocultado su interés en él, así como tampoco el deseo de reunirlo con sus excompañeros Mario Götze y Robert Lewandowski, ambos ya vistiendo el uniforme del actual campeón de la Bundesliga.

Pero no solo Pep Guardiola pretende a Reus, también Louis van Gaal lo quisiera para el Manchester United al igual que Brendan Rodgers para el Liverpool, y el chileno Manuel Pellegrini para el Manchester City, club que según informan en Inglaterra ya presentó una oferta oficial al Dortmund. El jugador, entretanto, ha anunciado que antes de la pausa de verano no meditará sobre su futuro, y ello incluye decidir sobre si acepta o no la propuesta de su actual equipo de extender el contrato que vence en el verano del 2017.

Marco Reus, de 25 años, ya una vez obedeció a su corazón y prefirió irse al equipo de su ciudad y su juventud, el Dortmund, rechazando todas las otras opciones que le presentaron. Pero el tiempo pasa y la figuración y buenos resultados que añora todavía no llegan. La actual crisis de su equipo no solo lo pone a él a pensar en los beneficios de un traspaso, también el club –-si la situación no mejora pronto— podría necesitar al final de la temporada recaudar dinero con la venta del jugador.

Golpe financiero

La posición del Dortmund en la tabla también es motivo de angustia para las directivas del club. Más preocupantes que los 13 puntos que lo separan del primer lugar que ocupa el Bayern son los siete que le llevan de ventaja el Hoffenheim, el Maguncia y el Wolfsburgo, que se pelean entre sí las últimas dos plazas alemanas a la Champions League de la próxima temporada.

Quedarse por fuera de la competencia internacional más importante del mundo significaría para el Dortmund dejar de percibir de un solo tajo aproximadamente 25 millones de euros, una suma representativa en su balance financiero anual. El golpe sería demasiado duro para el club, que gracias a su constante participación en la Champions League en los últimos años no solo ganó en atractivo para inversionistas y patrocinadores, sino que obtuvo recursos suficientes para elevar el precio de sus acciones, aliviar su carga morosa y reforzar su plantilla de jugadores.

Si el Dortmund se queda sin el dinero de la Champions League, el club tendría que moderar aún más su ya mesurada política de fichajes, frenar la compra de nuevos jugadores, e incluso se vería obligado a deshacerse de algunas de sus principales estrellas. Y para ensombrecer aún más el panorama, hay que apuntar que el Dortmund está a apenas un punto de las casillas de descenso en la clasificación de la Bundesliga, lo que implica que la pelea no es solo hacia arriba, sino también hacia abajo.

Otro fútbol distinto al de Klopp

Tras la derrota 1-2 contra el Colonia que agudizó la crisis del Dortmund, el entrenador Jürgen Klopp se mostró muy crítico frente a su propia idea futbolística y sentenció: “tenemos problemas como equipo, estamos jugando a algo que no tiene sentido y hemos sido víctimas del contragolpe”. Klopp dejó entrever que la formula que hasta ahora tanto éxito le dio a su equipo, el de la veloz transición entre ataque y defensa, ya no funciona y debe ser revaluada.

“En la Bundesliga los rivales no quieren jugar de tú a tú contra nosotros, ellos nos dejan toda la carga del partido y esperan poder sacar provecho a nuestros fallos, lo que hasta ahora les ha dado resultado”, resumió la situación el arquero Roman Weidenfeller. El Dortmund, que a diferencia del Bayern de Pep Guardiola le apuesta más a un fútbol agresivo que de control, ha encontrado esta temporada rivales en Alemania que aguantan sus embestidas y lo doblegan al contragolpe.

Esta nueva situación pone a Jürgen Klopp en una disyuntiva en la Bundesliga: o se empeña en seguir siéndole fiel a su idea del vertiginoso fútbol de transición, o se ajusta a la nueva realidad y lleva al Dortmund a jugar de una forma más paciente y pausada. El entrenador es consciente de su obligación de pensar en los intereses del club y por eso en Colonia (antes del partido) confesó que llegado el momento sabe que tendrá que decir “fue fantástico, gracias por todo, pero ya me toca irme”.

(Fuente: Deutsche Welle )