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Luis Miguel La Serie 1x08: la prima Erika, la prostituta y todas las revelaciones del episodio 8

CUIDADO, ALERTA DE SPOILER. La fama estaba ahí a finales de los años 80, pero también los problemas para Luis Miguel, tanto a nivel familiar, afectivo como económico. Sin embargo, 1989 también concedió algo de claridad al cantante.

‘Alguien como tú’ (1×08) fue un año decisivo para Luis Miguel. Fue un año de pruebas, pero sobre todo de lecciones, y este capítulo probó aquel refrán que dice que “la letra con sangre entra”: el ‘Sol’ aprendió a no ser más manipulado por su padre, quien a su vez comprendió que definitivamente había perdido a su hijo. Pero vamos por partes, que este episodio también habló de amor y de mentiras y miedos enterrados en el pasado.

1. La decepción del hermano. Alex Basteri siempre le fue incondicional a su hermano, pero hasta eso tuvo un límite cuando hubo otro ser querido de por medio. Tras revelarse que Luis Rey mintió durante mucho tiempo sobre el paradero de Marcela, Alex quería acciones de su hermano mayor más que alejarse de su padre. Sin embargo, el cantante rehuyó a cualquier conversación sobre Marcela Basteri, su madre, y Alex respondió con decepción.

Cuando Verónica Castro arregló una conversación vía telefónica entre Luis Miguel y Alex desde Miami, el hermano menor apenas habló. De hecho, cortó la conversación de tumbo, sin que nadie pudiese explicar nada. Solo Luis Miguel entendía por qué, pero ese era un tema que les competía únicamente a ellos. ¿Qué pasó en la vida real? Castro realmente sorprendió en 1989 a Luis Miguel con una llamada de Alex, aunque su charla fue distendida y llena de bromas.

Luis Miguel y Alex se reencontraron después en Las Vegas y juntos pasaron unos días con Jaime Camil, su ‘tío’. No obstante, ni esos días arreglaron sus problemas. Más bien, Alex se marchó imprevistamente, creyendo que a su hermano no le importaba encontrar a su mamá, por más que el ‘tío Jaime’ le dijera que ‘Micky’ tenía otros problemas como evitar ir a prisión por evasión de impuestos en México.

¿Por qué Luis Miguel rehuía al tema de su madre? Según contó a Jaime, temía encontrarla y descubrir que tenía otra familia.

2. Prisión. Luis Miguel solo aceptó la invitación de su ‘tío Jaime’ para pasar unas semanas en Aspen tras enterarse de la detención del también cantante Laureano Brizuela en México. El artista fue esposado a su llegada al Aeropuerto Internacional de México, acusado de evasión de impuestos, y para Hugo López, su mánager, él era el próximo en la lista de Hacienda.

Como Luis Rey no le había devuelto el dinero suficiente, Luis Miguel corría el riesgo de ir a prisión, pero para su suerte, el ‘tío Jaime’ le prestó los millones que le faltaban para saldar todas sus deudas.

3. Rey Music. Haberse alejado de su hijo no significó que Luis Rey dejara el mundo de la música. Es más, abrió su propio sello discográfico en España, Rey Music, con la esperanza de encontrar a las próximas grandes estrellas, aunque desde un principio, ‘Luisito’ usó la imagen de su hijo para promocionarse, incluso ante los talentos que visitaban sus oficinas, pero Luis Miguel no quería saber nada de su padre. Ni siquiera acudió a su fiesta de inauguración, por más que fuera invitado, y eso hizo estallar a Luis Rey en la reunión ante la prensa.

El también cantante había prometido a una joven promesa llamada Diana Correa que podía conseguirle al mejor compositor de Hispanoamérica, a Juan Carlos Calderón, y después un dueto con su hijo, pero la madre de la niña descubrió pronto que mentía, que no podía conseguirle nada.

4. La pubertad. En 1984, Luis Miguel ya no es un niño. A los 14 años, el ‘Sol’ está en pleno desarrollo y esos cambios conllevan un cambio de voz que amenaza su carrera. En EMI, su disquera, se dan cuenta que el adolescente ya no puede cantar como siempre y que no puede sobrellevar un concierto entero en plena gira, así que le propone a Luis Rey usar playback. ¿Qué hace su padre? Confía que su hijo recuperará la voz y rechaza darle un descanso de un año a pesar de la recomendación de un especialista.

5. La prostituta. Además, Luis Rey cree que Luis Miguel puede seguir cantando con voz de adulto y lo ‘ayuda’ a madurarla más rápido. El ‘Sol’ solo tiene 14 años, pero su padre lo obliga a mantener relaciones sexuales con una prostituta llamada Mirna.

Luis Rey llevó a una prostituta al cuarto de su hijo (Foto: Netflix)

6. La mentira. Luis Rey también usa a su hijo para mentirle a su esposa después de que Mariana lo llamara en plena noche a su habitación de hotel y le contestara Rita, la nueva tutora de ‘Micky’. Cuando el ‘Sol’ se reencuentra con su madre, quien da a luz antes de tiempo a Sergio, le dice que como sus ensayos tardaron más de la cuenta, llevó algunas lecciones con Rita en la habitación de su padre, cuando la realidad era otra. Luis Rey había pasado la noche con la joven y enseñó a mentir a su hijo.

7. La ‘prima Erika’. Los días en Aspen permitieron que Luis Miguel y Alex se reencontraran con su ‘prima’ Erika, quien al comienzo muestra cierta incomodidad ante la presencia de los hermanos, sobre todo del cantante, aunque bastante pronto se entiende por qué.

Además de su amigo de juegos y travesuras, ‘Micky’ fue el primer beso de Erika, cuando eran niños en la casa de San Jerónimo de Luis Miguel, debajo de las escaleras, y después de unos días de convivencia entre riñas, malas caras, bromas pesadas y coqueteos con sus amigas, se acercaron más de lo que esperaba Jaime Camil, el padre de Erika.

Al tanto de esta inesperada amistad, Jaime le pide a Luis Miguel que se aleje a su hija porque sabe que puede lastimarla y el ‘Sol’ lo hace, para pena de ambos. Sin embargo, tal distanciamiento solo es momentáneo. Más tarde se reencontrarán y se enamorarán. En la historia de Luis Miguel , Erika es el gran amor de su vida. Erika es Issabela Camil.

Issabela Camil llegó a Luis Miguel La Serie (Foto: Netflix)