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Fear the Walking Dead: ¿qué pasó en el episodio 3 de la temporada 1? | SPOILER

Cuidado, alerta de spoiler. Al empezar The Dog, tercer episodio de la primera temporada de Fear the Walking Dead, Travis (Cliff Curtis), Liza (Elizabeth Rodríguez), Chris (Lorenzo James Henrie) y los Salazar están encerrados en la peluquería, mientras que Madison (Kim Dickens), Nick (Frank Dillane) y Alicia (Alycia Debnam-Carey**) esperan en casa el regreso del primero.

Los Angeles es tierra de nadie. Los revoltosos están destruyendo la ciudad y enfrentándose a la policía sin percatarse la presencia de los walkers. Travis y los suyos son testigos de dichos motines, pero tienen la esperanza de salir ilesos. ¿Quién querría robar una barbería? Al menos por ahora parecen estar seguros, pero Chris advierte que las paredes están calentándose. No hay de otra. Tienen que salir, pero apenas abren la puerta, los saqueadores ingresan y empiezan a destruir la casa de los Salazar.

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En la calle, la anarquía alcanza su punto máximo. Autos volteados y en llamas, vidrios rotos, jóvenes extasiados y algunos muertos son lo que esquivan la dos familias. Los walkers atacan a algunos policías y manifestantes, mientras el grupo de Travis se hace camino entre la multitud, pero cuando pasan por debajo de una estructura metálica, esta se viene abajo y aplasta la pierna de Griselda (Patricia Reyes Spíndola), quien termina gravemente herida, aunque los seis logran escapar en un automóvil.

La pierna de Griselda está muy morada, por lo que Daniel (Rubén Blades) le pide a Travis que los lleve con él para comunicarse con su primo y decirle dónde pueden recogerlos. Si bien su esposa necesita un médico, el hospital por el que pasan está lleno de policías, médicos, enfermeras y pacientes que escapan del lugar. Desde el auto, Travis observa cómo derriban a un walker a disparos. Poco después, la luz se apaga por sectores en Los Angeles. La oscuridad se instala en la ciudad.

Madison y sus hijos intentan despreocuparse con un juego de Monopoly, pero los ruidos de la calles los mantienen en vilo. La luz también se corta en su casa, mientras Nick insiste en que deben marcharse, pero Madison no se irá sin Travis. Alicia todavía no sabe a ciencia cierta qué ocurre. Entonces, el ruido llega desde la parte de atrás y Nick decide investigar. Por suerte, solo es un perro, al que dejan entrar solo para advertir que su pelo está manchado con sangre que no es suya.

Si bien el perro fue una falsa alarma, el verdadero peligro se acerca por la puerta del frente: es su vecino, aunque ahora como walker. Los ladridos del perro son una invitación para este zombi, por lo que la familia de Madison entra en pánico y escapa en busca de un arma de fuego en la vivienda de sus otros vecinos.

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Tras atravesar un jardín parecido a un laberinto, Madison, Nick y Alicia ingresan a la residencia y a los pocos minutos encuentran una escopeta y munición, pero también ven que el walker irrumpe en su casa, solo habitada entonces por el perro. El can ladra y ladra al invasor, pero sus gruñidos se transforman a los pocos segundos en gritos de dolor. En ese momento, Travis regresa.

Madison y sus hijos se apresuran en regresar para salvarlo, pero Travis ya está dentro y tropieza con su vecino comiéndose al perro sobre su alfombra. A pesar de esa situación, intenta hablar con él, pero el zombi solo quiere atacarlo. Cuando Madison ingresa con el rifle, todavía cree que puede razonar con Peter, pero Daniel entra en escena, coge el arma y dispara, volando la cara del zombi. Con una segunda descarga destruye su cabeza, manchando con sangre y sesos las cortina, provocando que Chris vomite en el jardín.

Después de recuperarse de las arcadas, el hijo de Travis ve a Alicia forcejeando para liberarse de otro walker. La adolescente había vuelto a la casa de sus vecinos en busca de las municiones, viendo en su camino los pies de la mujer que ahora no la deja escapar. Es Susan, la amiga de su madre. Chris la ayuda, pero a cambio Alicia le tira un codazo en la nariz, renaciendo así los problemas entre sus familias.

Entonces, viendo que Susan no puede atacarlos, Nick aclara a todos que “ella no está enferma, está muerta”, haciendo llorar a su hermana que ya teme lo peor en el caso de su novio, Matt (Maestro Harrell). Travis se molesta con Nick, pero no puede hacer nada al respecto.

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Ya dentro, Travis trata las heridas de Chris, mientras Daniel prepara una cama para Griselda y dice que su primo irá a recogerlos mañana, pero Ofelia (Mercedes Mason) sabe que su padre miente. No tienen ningún familiar en la ciudad. Ofelia preferiría quedarse con Travis y los suyos, algo que por lo menos ocurrirá esa noche. Si bien Madison quiere irse de una vez, Travis sugiere que lo más seguro es esperar hasta que salga el sol. Su novia solo acepta a cambio de que se ocupe del cuerpo de Peter, a quien entierra en su patio trasero.

Liza tampoco se queda con los brazos cruzados y revisa la pierna de Griselda, pero su diagnóstico es desalentador. La exesposa de Travis sostiene que si es no examinada por un médico, puede morir. Además de eso, Liza intenta hacer las paces con Madison por el bien de sus hijos, pero esta última está más preocupada por otra cosa. Madison le pide que si llega a infectarse como los demás, la mate porque Travis no podrá hacerlo. Su novio no está listo para acabar con los walkers, muchos menos si se trata de un ser querido.

Al día siguiente, Daniel enseña a Chris a usar la escopeta, cosa que molesta a Travis. Poco después, ya están listos para marcharse, pero Madison tiene una última cosa por hacer y por eso sale con un martillo en la mano. ¿Su objetivo? Acabar con el sufrimiento de Susan, pero Travis la detiene. El profesor dice que todavía hay una pequeña esperanza para los infectados, que no puede tomar esta clase de decisiones. Daniel es testigo de todo y llama débil a Travis.

Cuando las dos familias ya están marcha, Madison se detiene porque ve al esposo de Susan, Patrick, quien acaba de regresar a la ciudad. Ella sabe que debe advertirle y lo alcanza cuando está a punto de ser mordido por la mujer, pero justo en ese momento alguien le dispara a Susan. Son los militares, quienes mantienen a cubierto a los civiles, aunque se llevan a Patrick porque ha estado expuesto a la sangre de su esposa.

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Por su expresión y preguntas es claro que los militares no saben muy qué está pasando en el mundo, ni siquiera cómo se contagia esta enfermedad. En medio de esa operación, Nick intenta escabullirse dentro de una casa, pero una niña inusualmente feliz detiene sus intenciones.

En los últimos minutos, Travis da todos sus nombres a un soldado, mientras que Madison le dice a otro que el cuerpo enterrado en su patio es de su perro. La presencia militar tranquiliza a Travis, quien cree que el terror terminó, pero Daniel considera lo contrario. Asegura que ya es demasiado tarde.

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