Chinkaqkuna. Los que se perdieron: la necesidad de cerrar el duelo
Por: Javier Bedía Prado
“No nos hacían caso en el campo por ser qechuahablantes”, recuerda Adelina García de tanto tiempo en búsqueda de su esposo. Ella es una de las fundadoras de la Asociación Nacional de Familiares de Secuestrados, Detenidos y Desaparecidos (Anfasep). A su cónyuge, Zósimo Tenorio Prado, lo secuestraron unos 20 militares en su casa de Huamanga, Ayacucho, el 1 de diciembre de 1983. No volvió a verlo. Ese mismo mes se inició la organización de la que, 32 años después, porta la voz Adelina en la presentación del libro Chinkaqkuna. Los que se perdieron en el Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social.
El título, con textos de la periodista Paola Ugaz, fotos de Marina García Burgos y prólogo de Mario Vargas Llosa, expone cruzadas de víctimas, ciudadanos e instituciones por encontrar a las 15.000 personas engullidas por el conflicto armado interno cuyo paradero aún se desconoce. Los que no han sido enterrados, despedidos por sus parientes.
El texto que hoy tenemos entre manos lleva las huellas de esos dedos que han palpado ropas extraídas de fosas comunes para, al tacto, tratar de reconocer sus tejidos y bordados en las prendas que fueron, podrían ser de los suyos. En el lanzamiento de la publicación, el psiconalista Jorge Bruce rememoró esta imagen. Y el cuadro del cuartel Los Cabitos, con horno crematorio a cuestas.
El especialista subrayó la necesidad de cerrar el duelo, esa melancolía nociva que cargan los deudos. Sobre la violencia sin límites librada entre Sendero Luminoso y las fuerzas del orden, que alcanzó sobre todo a los “prescindibles”, observó que “no solo fue por desidia. Esa desvinculación entre peruanos deshumaniza (…) La enfermedad peruana es el desconocimiento del otro”. Con todo, ve en Chinkaqkuna. Los que se perdieron “un tratado de esperanza”, a pesar del horror.
La priorización del aspecto humanitario, entendido como centrar recursos en encontrar a las víctimas, antes que solo judicializar los casos, es la mirada que propone el colectivo Desvela y que subrayó la defensora de derechos humanos Sofía Macher.
La ceremonia de lanzamiento de la publicación coincidió con el inicio de la feria gastronómica Mistura. La atención estuvo en otro lado. Al Congreso le corresponderá aprobar una ley de búsqueda de desaparecidos.