Óscar Romero: 10 frases del santo del pueblo de El Salvador
Óscar Arnulfo Romero llegará a los altares el sábado 23 tras un proceso promovido desde 1990, diez años después de su asesinato en plena misa en su natal El Salvador.
Al acto asistirán cerca de 300.000 personas. Monseñor Romero es el santo del pueblo salvadoreño.
El 24 de marzo fue recordado por miles de fieles y seguidores que marcharon en El Salvador al cumplirse 35 años del asesinato de monseñor a manos de la ultraderecha en medio de la guerra civil que desangró al país centroamericano.
“Es el santo del pueblo”, fue la frase más repetida por los seguidores de monseñor Romero, quien será beatificado por El Vaticano en una ceremonia en su nación que será masiva.
Hasta sus últimas palabras, el obispo defendió al pueblo salvadoreño. Un día antes de ser liquidado a disparos mientras oficiaba misa, con participación de la CIA, pidió a soldados que no disparen a civiles.
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1. “Tiene que proponer la Iglesia católica, entonces, una educación que haga de los hombres sujetos de su propio desarrollo, protagonistas de la historia. No masa pasiva, conformista, sino hombres que sepan lucir su inteligencia, su creatividad, su voluntad para el servicio común de la patria”.
2. “Toda persona que lucha por la justicia, que busca reivindicaciones justas en un ambiente injusto, está trabajando por el Reino de Dios”.
3. “Si denuncio y condeno la injusticia es porque es mi obligación como pastor de un pueblo oprimido y humillado”.
4. “De nada sirven las reformas si van teñidas de tanta sangre”.
5. “Ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la ley de dios. Una ley inmoral nadie tiene que cumplirla”.
6. “He sido frecuentemente amenazado de muerte. Debo decirle que, como cristiano, no creo en la muerte sin resurrección: si me matan, resucitaré con el pueblo salvadoreño”.
7. “Un obispo morirá pero la Iglesia de dios que es el pueblo, no perecerá jamás”
8. “La oligarquía, al ver que existe el peligro de que pierda el completo dominio que tiene sobre el control de la inversión, de la agroexportación y sobre el casi monopolio de la tierra, está defendiendo sus egoístas intereses, no con razones, no con apoyo popular, sino con lo único que tiene: dinero que le permite comprar armas y pagar mercenarios que están masacrando al pueblo y ahogando toda legítima expresión que clama justicia y libertad”.
9. “Puede usted decir si llegasen a matarme que perdono y bendigo a quienes lo hagan”.
10. “La justicia es igual a las serpientes. Sólo muerden a los que están descalzos”.