(Foto: AMC)

(Foto: AMC)

Síguenos en Facebook



Cuidado, alerta de spoiler. Todos los fans que esperaban saber a quién hablaba Daryl (Norman Reedus) al final del tercer episodio de la quinta temporada de The Walking Dead, seguramente se quedaron decepcionados en este aspecto en Slabtown, pero este cuarto capítulo trajo consigo algo mucho más importante: la respuesta al misterio de la desaparición de Beth (Emily Kinney).

La menor de las Greene despertó en un hospital de Atlanta liderado por la oficial Dawn Lerner (Christine Woods), quien inmediatamente explica a Beth que la rescataron de unos walkers en la carretera y que ahora está en deuda con ellos. Para contribuir con el grupo y saldar esta deuda, Beth asiste como enfermera al doctor Steven Edwards (Eric Jensen), aunque sufre las presiones de Lerner y el acoso de un policía llamado Gorman (Cullen Moss).

ENLACE: The Walking Dead: ¿Carol finge que está herida para salvar a Beth?

El hospital regularmente recibe sobrevivientes y hace lo posible por salvar a los heridos, pero si son casos extremos los dejan morir y tiran sus cadáveres por el hueco de un ascensor donde son devorados por walkers. Puede parecer cruel, pero el centro de salud tiene recursos limitados.

Sin embargo, poco después de que Beth se pone al día con las reglas impuestas por Lerner, llega un hombre rescatado tras caer de un edificio. Este desconocido se encuentra muy mal y Edwards concluye que es un caso perdido. “Dijiste que querías el mínimo desperdicio de recursos”, dice el médico a la policía, pero esta insiste en que sea tratado. Con reparos, el doctor le alivia la prisión provocada por un colapso pulmonar, pero más allá de eso no puede hacer nada. Los moretones en su abdomen indican que sufre una hemorragia interna y el hospital no tiene el equipamiento para un correcto diagnóstico. Edwards insiste en que es una pérdida de tiempo e inmediatamente ocurre algo inesperado: Lerner abofetea a Beth y dice “Steve, trata de captar cuáles son las apuestas aquí”. La menor de los Greene está desconcertada.

ENLACE: The Walking Dead: Sobrevivientes comen cuy en la temporada 5

Al poco tiempo, otra interna es arrastrada por los guardias tras ser mordida por un walker. Para salvarle la vida, le amputan el brazo con una sierra de alambre. No obstante, Joan quiere morir y le grita a la oficial que “¡usted no puede controlarlos!” en referencia al resto de policías.

Beth va descubriendo que algo raro pasa en el hospital y habla con Noah (Tyler James Williams), quien le cuenta que trabaja hace un año en el centro de salud de Atlanta desde que fue salvado por los agentes, aunque sospecha que dejaron morir a su padre porque era demasiado fuerte como para ser controlado. Noah no cree que alguien pueda abandonar el lugar de manera oficial, pero confía en escapar.

“Ellos piensan que soy débil (…) Ellos no saben una mierda de mí, de lo que soy. Acerca de lo que eres”, dice a Beth.

The Walking Dead Beth Greene Emily Kinney
(Foto: AMC)

Consciente del peligro de endeudarse, Beth evita comer, pero Lerner habla con ella y la convence de cumplir las reglas. “Te voy a dar comida, ropa, protección. ¿Cuándo esas cosas han sido gratuitas?”, señala.

FOTOS: Los disfraces de Halloween de las chicas de The Walking Dead

Sin embargo, es claro que su liderazgo pende sobre un hilo. Sus hombres siguen a duras penas sus indicaciones. “Ella puede controlarlos, pero no lo hace porque es más fácil, porque ella es una cobarde”, comenta Joan, quien también deja entrever que Gorman abusa de ella. Este busca lo mismo con Beth.

Por su parte, Edwards sabe dónde se encuentra, pero prefiere quedarse con el “malo conocido” antes de estar presionado por las amenazas del exterior. Además, tiene la ventaja de acaparar una oficina, comer cuys y mirar su pintura de Caravaggio en relativa paz, aunque más tarde revela que también está dispuesto a todo.

El médico pide a Beth que administre al paciente desconocido un medicamento equivocado, provocando la muerte de este. Resulta que el hombre era otro doctor y Edwards temía ser reemplazado. Noah se atribuye la responsabilidad del deceso y es castigado por Lerner, quien después dice a Beth que este incidente fue su culpa y que su única utilidad es satisfacer sexualmente a sus oficiales.

“Algunas personas simplemente no son para esta vida y eso está bien”, agrega la policía al mirar las cicatrices en las muñecas de Beth, las que se remontan a la segunda temporada cuando intentó suicidarse.

ENLACE: ¿Por qué el director de The ABCs of Death 2 odia The Walking Dead ?

Beth ya no soporta la situación y decide que es el momento de escapar con Noah. Conforme a su plan, la menor de las Greene roba una llave de la oficina de Lerner, pero encuentra aquí muerta a Joan con unas tijeras a su lado. A los pocos segundos ingresa Gorman, quien no ve a la suicida cuando se abalanza sobre Beth. Sin embargo, esta rompe una jarra en la cabeza del policía e inmediatamente Joan ‘revive’ como walker y ataca a su verdugo.

Beth y Noah bajan por el hueco del ascensor donde decenas de cuerpos fueron arrojados para que sean devorados por los walkers. Su amigo está lesionado, así que ella se hace cargo de las amenazas y por un momento parece que será la única que logrará escapar, pero a unos metros de la salida es detenida por los policías, mientras que Noah abandona el hospital. A pesar de todo, la sonrisa de Beth es de satisfacción.

La hermana de Maggie (Lauren Cohan) encara a Lerner y le dice que nadie vendrá a salvarlos, cosa que la policía cree. En respuesta, golpea a Beth y le deja una nueva cicatriz en el rostro.

The Walking Dead Beth Greene EMily Kinney
(Foto: AMC)

Poco después, la joven se dirige con un objeto punzocortante hasta donde están sus captores, pero en ese momento descubre que traen a una nueva paciente: es Carol (Melissa McBride).