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La Sala de la Gruta, una de las principales atracciones del Palacio Nuevo de Federico el Grande de Prusia, reabrió este martes sus puertas tras más de dos años de labores de restauración.
La majestuosa sala de 600 metros cuadrados está decorada desde el piso hasta el techo abovedado con más de 24.000 conchas, caracoles y fósiles, además de fulgurantes piedras de cuarzo y trozos de lava de diversos colores que han recuperado el brillo merced a una minuciosa labor de limpieza y reparación.
“Una de nuestras principales atracciones del Patrimonio Cultural de la Unesco puede ser visitada nuevamente”, declaró el director general de los Palacios y Jardines prusianos, Hartmt Dogerloh.
Las salas de gruta fueron muy populares entre la realeza desde el Renacimiento. El Palacio Nuevo (“Neues Palais”) fue construido en 1766 por orden del rey Federico II de Prusia (1712-1786). El monarca mandó erigir en tiempo récord, de 1763 a 1769, el imponente edificio de 970 habitaciones, salas y galerías espléndidas y un teatro barroco.
La restauración también incluyó obras para asegurar la estructura de sustento de la Sala de Mármol que se encuentra precisamente encima de la Sala de la Gruta y pesa unas 600 toneladas. Esta sala será reabierta al público en 2016.
El Palacio Nuevo es parte del complejo de palacios y jardines del reino de Prusia en Potsdam y en la vecina Berlín. El conjunto fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1990.
(Fuente: DPA)