The 100 5x01: todo lo que pasó al comenzar la temporada 5, en el Edén, en el espacio y en el búnker

CUIDADO, SPOILER. Cuarenta y dos días después de Praimfaya, Clarke Griffin (Eliza Taylor) emerge de las ruinas de donde fue abandonada por sus amigos. Sus heridas han cicatrizado. Todavía tiene fuerzas. Pero está absolutamente sola en un desierto. La ola de radiación arrasó absolutamente con todo, incluso el mar que rodeaba la isla. ¿Qué le queda en The 100? Buscar a los que se refugiaron en el búnker debajo de Polis, buscar a su mamá.

La quinta temporada de The 100 fue estrenada el martes 24 de abril por The CW en Estados Unidos, después de una cuarta temporada que acabó una vez más con la vida en la superficie de la Tierra. Solo sobrevivieron algunas decenas de elegidos bajo tierra, solo que su búnker es inaccesible para Clarke, por más que intenta retirar las piedras que ocultan la base de los ‘subterráneos’. Si bien la ‘Nightblood’ encuentra movilidad, un mapa y algo de esperanzas, tiene que valerse por sí misma de aquí en adelante. Desde Praimfaya ya han pasado dos meses y Clarke se siente sola por primera vez. No encontrará nada más en la destruida Polis, otrora capital de las tribus terrícolas.

Clarke se dirige entonces a Arkadia con la idea de encontrar algunas provisiones, pero de su viejo hogar solo rescata algunos recuerdos de Jasper (Devon Bostick): un gafete con el nombre de Maya (Eve Harlow), una carta para Monty (Christopher Larkin) y sus gafas, las que Clarke se queda. De cierta forma, Jasper sigue vivo con este homenaje, aunque Clarke por un momento cree que su amigo hizo bien quitándose la vida.

A pesar de que sabe que nadie la oye, Clarke habla por radio en un intento de no perder la cordura. Habla como si se dirigiera a Bellamy (Bob Morley) y al resto de sobrevivientes en el espacio. Les dice que no los culpa de haberla dejado. Tenían que hacerlo para sobrevivir. Después sigue su viaje sin rumbo. Come mosquitos en el camino. Y resiste un nuevo golpe de Praimfaya, las tormentas de arena. “¿Crees que puedes matarme? ¡Inténtalo!”, grita Clarke, conocida en el pasado como ‘Wanheda’. Hoy, la ‘Comandante de la muerte’ no tiene a quien matar.

Clarke pierde su automóvil tras la tormenta de arena, así que continúa su viaje a pie por el desierto de lo que alguna vez fue el territorio de Niylah (Jessica Harmon). No hay nada. Y Clarke tropieza y cae. Se desmaya. Y para cuando despierta, las aves carroñeras están sobre ella.

“No me queda nada”, grita tras reponerse. No tiene más a sus amigos, a sus padres, ni siquiera agua o comida. Solo le queda una pistola, que recoge y apoya contra su sien. Pero divisa a una de aves alejándose y la sigue… y la sigue hasta el Edén.

El Edén es el último oasis habitable en la Tierra tras Praimfaya. Parece que la ola pasó por encima sin tocar este último lugar verde, aunque la radiación de todas formas mató a sus habitantes, una comunidad alejada del resto de clanes.
Mientras explora su nuevo hogar, Clarke reflexiona acerca de lo sucedido desde que llegó a la Tierra procedente del Arca como una de los ‘100’. Dice que así como los animales matan por una razón, “matar o ser matado”, ella ha hecho lo propio por la misma razón, así como sus enemigos intentaron matarla por la misma razón. Solo que ya no hay nadie a quien matar. Su pelea parece haber terminado.

Clarke tiene un nuevo hogar (Foto: The CW)

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Clarke se queda en el hogar de la tribu exterminada por la radiación. Quema sus cadáveres. Les rinde tributo. Han pasado 58 días y el valle de Shallow parece la mejor oportunidad de Clarke mientras espera el ascenso de los sobrevivientes del búnker y quizá, el regreso de los hombres y mujeres del espacio, pero antes debe conciliar con otro sobreviviente.

Mientras habla una vez más por radio, imaginando que sus amigos deben estar comiendo algas en el espacio, Clarke identifica a otra persona en las cercanías, una niña que al igual que ella es ‘Nightblood’. Pero no se trata de una niña fácil. La pequeña hace caer a Clarke en una especie de trampa de oso y le roba sus pertenencias. Huye de ella cada vez que puede por más que Clarke intenta explicarle que no quiere hacerle daño. La niña solo termina acercándose después de que la desconocida le deja un dibujo, que conserva de allí en adelante.

Seis años después de esta escena, Clarke y Madi (Lola Flanery) ya conviven. Dividen las tareas. Se divierten. Han aprendido a ser una familia. Clarke se convierte básicamente en su madre. ¿Por qué no la aceptaba al principio? Como ‘Nightblood’, Madi siempre fue alejada de cualquier extraño para evitar que los ‘Guardianes de la llama’ se la lleven con ellos y vivió bien en el valle hasta Praimfaya.

Como cualquier niña curiosa, además de conocer cada rincón del Edén, Madi conoce la historia de Clarke, incluida la última etapa de su aventura, cuando fue dejada atrás por sus viejos amigos. Para Madi es seguro que los terrícolas del búnker saldrán algún día, con Octavia (Marie Avgeropoulos) a la cabeza, aunque el caso de los sobrevivientes del espacio es otro. “¿Crees que volverán?”, le pregunta Madi y la pantalla inmediatamente se dirige fuera de la atmósfera, al Arca, donde Raven (Lindsey Morgan) y Echo (Tasya Teles).

Ambas en realidad están entrenando mientras Bellamy busca la forma de avisar al búnker que existe el Edén. Desde el espacio pueden ver este pedazo de tierra habitable, pero no pueden comunicarse con la superficie porque la radiación todavía lo impide. Tampoco tienen un plan para regresar por su cuenta, aunque sí algas para comer.

Monty prepara la cena, con Harper (Chelsey Reist) todavía a su lado. Su relación ha sobrevivido a los años en el espacio, mas la de Emori (Luisa d’Oliveira) y Murphy (Richard Harmon) no. De hecho, Murphy no están con ellos. Vive apartado en otra parte de la nave, donde ataca a Bellamy cuando llega con una invitación para reincorporarse al grupo.

Como jugando, Bellamy y Murphy pelean como en los viejos tiempos, pero su intercambio de golpes es interrumpido por un avistamiento a la distancia: una nave de origen desconocido. ¿Extraterrestres? Nadie lo sabe. Con los minutos solo están seguros que es su mejor oportunidad de volver a casa, sobre todo después de que la nave deja escapar un transportador que desciende a la superficie, donde Clarke la recibe con mucha preocupación.

Clarke le pide a Madi que se esconda mientras ella prepara sus defensas. No sabe si los ocupantes del transporte son amigos o vienen con malas intenciones. Más vale prevenir que lamentar. Además, como la nave lleva escrito que se trata de un “transporte de prisioneros”, eso no debe ser nada bueno.

¿Quiénes bajan de la nave una vez que aterrizan? Primero una mujer enmascarada, que pronto revela su rostro y sugiere que está al mando de todos los hombres armados que la siguen. Aún no se sabe en The 100, pero su nombre es Charmaine (Ivana Milicevic) y junto a ella está Paxton ‘Graveyard’ McCreary (William Miller), descrito Charmaine como un asesino de masas. Clarke debe actuar, pero sus planes son interrumpidos por un disparo.

Madi ha sido descubierto por algunos de los recién llegados. Exactamente tres. Ellos debaten si matarla y tardan lo suficientemente como para que Clarke vuelva a ser ‘Wanheda’. Mata al primero. Madi al segundo. Y el tercero, que se había apiadado de la niña, corre la misma suerte a manos de Clarke. Para la otrora ‘Skaikru’ no hay más personas buenas en ningún lado y quizá tiene razón. Los disparos alertan al resto de prisioneros, quienes en el acto salen a buscar a sus nuevos enemigos.

Madie es la ‘hija’ de Clarke (Foto: The CW)

En el espacio, el grupo se alista para dar alcance a la nave principal de los prisioneros, aún a costa de perder todo su combustible en la empresa. Es arriesgado, pero si quieren regresar a la Tierra y reencontrarse con la gente del búnker – aún no saben que Clarke está viva –, deben ir a todo o nada. Todos están de acuerdo, salvo Monty, aunque principalmente porque no quiere recuperar su antigua vida, cuando debían matar para sobrevivir. Si bien han estado comiendo solo algas, han estado viviendo en relativa paz en el Arca.

Antes de iniciar la misión, Bellamy se acerca a Echo, quien también muestra sus reparos. Como fue desterrada por su clan en la anterior temporada, no será recibida muy bien, pero Bellamy la besa y le dice que si él le perdonó, el resto también lo hará. Hay una nueva pareja en The 100.

Finalmente, el búnker acapara la última escena de este primer episodio, titulado convenientemente ‘Eden’. ¿Qué pasa en este lugar? Unos gladiadores se matan entre ellos en una arena mientras el público alrededor vitorea, grita y aplaude. Indra (Adina Porter) y su hija siguen la escena de cerca, mientras que arriba de todos, una reina se alza inclemente, roja. Es Octavia.