Steven Spielberg sobre Robin Williams: ''No puedo creer que haya muerto''

Amigos y colegas de Robin Williams quedaron conmocionados por la noticia de la muerte del ganador del Óscar, quien se habría suicidado a pesar de ser considerado uno de los hombres más divertidos que jamás haya vivido.

El actor de 63 años fue encontrado sin vida el lunes por la tarde en su casa del norte de California y los investigadores del condado de Marin señalaron que la causa de la muerte del comediante fue “suicidio por asfixia”.

De hecho, la autopsia confirmó que Williams se quitó la vida por ahorcamiento en su vivienda. La policía local espera los resultados de unas pruebas toxicológicas para determinar si el comediante había consumido algún tipo de sustancia antes de su fallecimiento.

El cuerpo del actor fue descubierto por su asistente personal, quien se preocupó cuando después de las 11:00 am del lunes no respondía a los llamados en su dormitorio. Al entrar, encontró a Robin Williams “vestido, sin responder, con una correa alrededor de su cuello y el otro extremo alrededor de la puerta, su cuerpo estaba perpendicular a la puerta y suspendido”.

Las autoridades encontraron heridas en las muñecas del artista y cerca había una navaja.

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Los directores se despiden
Steven Spielberg trabajó con Robin Williams en Hook (1991) y desde entonces conservaron una estrecha amistad.

“Robin era una tormenta de relámpagos, un genio de la comedia y la risa, era el trueno. Él era un amigo, no puedo creer que haya muerto”, manifestó el cineasta.

De hecho, cuando Spielberg rodaba Schindler’s List en 1993, el comediante animaba frecuentemente al director, quien mostró signos de depresión al relatar los días oscuros del Holocausto.

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El productor Garry Marshall, quien lanzó al joven comediante a la fama en Mork & Mindy, entre 1978 y 1982, indicó que Williams “podía hacer felices a todos excepto a sí mismo”.

“Robin fue, de lejos, un genio de la comedia y uno de los artistas más talentosos con los que he trabajado en la televisión o en el cine (…) Era mi amigo y es raro tener a un amigo que también es un genio”, agregó.

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Por su parte, Chris Columbus, quien dirigió a Williams en Mrs. Doubtfire (1994) y Bicentennial Man (1999), llamó al actor “una de nuestras más inspiradas y talentosas mentes cómicas, así como uno de los más grandes actores de esta generación”.

“Ver el trabajo de Robin era un privilegio mágico y especial (…) Sus actuaciones eran diferentes a todo lo que cualquier de nosotros había visto nunca. Venía de un lugar espiritual y de otro mundo. Él realmente fue una de las pocas personas que merece el título de ‘genio’”, apuntó.

Columbus explicó que fue amigo del comediante durante 21 años. Es más, sus hijos crecieron juntos en San Francisco. “Yo lo amaba como a un hermano. El mundo era un lugar mejor con Robin en él y su hermoso legado vivirá por siempre”, añadió.

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Finalmente, Shawn Levy, quien dirigió a Williams en su rol de Teddy Roosevelt en las tres entregas de Night at the Museum, dijo que estaba “destrozado por la pérdida de mi amigo y colaborador”.

“Era un tipo formidable, increíble y generoso de la mejor manera: con el corazón y el humor, dedicado a hacer felices a los demás (…) A lo largo de su extraordinaria carrera, Robin nos conmovió hasta las lágrimas, a veces de risa, a veces de humanidad, a veces ambas en el mismo momento, una hazaña que pocos artistas han igualado”, manifestó.

Night at the Museum: Secret of the Tomb, la última cinta de la trilogía, será estrenada en diciembre, siendo esta una de las últimas películas de Robin Williams.

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