(Foto: Alcon Entertainment)

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Jake Gyllenhaal aprendió algunas cosas sobre estar al frente de la cámara, pero también del trabajo detrás de esta, durante el desarrollo de Nightcrawler, cinta que produjo y protagonizó.

Cuando se le preguntó qué desea que los productores entiendan sobre los actores y viceversa, respondió que “no hay que tomar las cosas de manera personal, todo el mundo tiene una orden del día y tiene que ser respetado”. Sin embargo, tiene posiciones encontrados sobre las estrellas cinematográficas.

“La actuación es una profesión increíblemente inmadura y egoísta, pero también creo en la otra cara de la moneda, que puede producir gran empatía. Entiendo que es un trabajo extraordinariamente sensible y no me refiero a ser autoindulgente, pero es un trabajo extraño. Es una cosa extraña evocar sentimientos en medio de todo este caos. Es mágico”, manifestó el sábado por la mañana durante un panel en Time Warner Center.

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De todos modos, pidió a los artistas que “sean conscientes de su lugar en la gran familia que hace la película”.

En cuanto al trabajo de los productores, Jake Gyllenhaal contó una reciente anécdota que tuvo lugar durante el rodaje de Demolition de Jean-Marc Vallée, su actual proyecto. Según dijo, un productor bastante comprometido se puso a llorar durante la prueba de maquillaje, demostrando que muchas veces estos viven el desarrollo de una cinta más que los mismos actores.

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