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Por Gisella Salmón (@gisellvel)

Lima es, para algunos, una urbe con crecimiento desmedido y una latente problemática de transporte. También es un espacio donde la inseguridad te vuelve proclive a cuidar tus siguientes pasos. Una ciudad de conflictos, donde el smog diario avala esa característica capa gris que cubre cielo capitalino, y que –unido a todo lo descrito– confiere a algunos el aval de ese singular epíteto con que la han caracterizado: la “horrible”.

Sin embargo, nuestra ciudad es mucho más que eso. Incluso sus calles más recónditas son capaces de despertar admiración e inspirar emoción. Así lo demuestra un grupo de jóvenes que desde hace unos días ha tomado por asalto zonas olvidadas del centro de Lima para imprimir color y plasmar toda su energía en un acto lejano a la rebeldía y cercano a la reacción, que muestra la interacción del personaje y su entorno.

“Nos convocaron para venir al Centro Histórico de Lima y hacer varios murales. Este es mío y de Dan. Es como la transmutación de la energía y la improvisación que se puede ir dando en el momento porque no traemos una idea dibujada sino que lo pensamos al momento. Tratamos de ir conociendo a la gente de aquí, hacer que su mente se abra un poco”, explica Oscar Escobar , joven artista mexicano que participa de este festival.

Para Escobar, conocido por su trabajo como ‘Venas’ (calles, mares, ríos que confluyen en un solo cuerpo: el mundo), su creación intenta recopilar vida y energía; casi como un barrio que está en movimiento y que tienes que estar viendo, estar así al tanto de las cosas que están pasando, eso es lo que su arte quiere generar.

“Empecé utilizando pintura vinílica y de allí metí aerosol, ya después usé otra capa más densa y durable; además de pigmentos, presión fina y delineados. El uso del spray me encanta porque puede salir de todo. Hay que agarrar una técnica porque al comienzo, cuando no tienes experiencia, sale algo chorreado y de allí agarras experiencia”, agrega.

El objetivo es convertir las calles y espacios públicos en lugares propicios para difundir el arte urbano y alternativo, aunque no siempre hay un sentido explícito, pues es necesario traspasar comprensión del código visual del grafiti para entender su sentido. Como explica DAOE, quien espera terminar pronto su wall style con diseño libro, cada letra toma relevancia. “Cada uno aplica un diseño libre y cada uno ‘desplaya’ sus letras, sus colores, pues no hay nada planeado”, afirma.

Desde hace 14 años, este ‘grafitero’ peruano participa del Colectivo DMJC (Dedos Manchados en la Jungla de Concreto, movimiento originado en San Martin de Porres) y lleva el arte a la calle para ponerlo al alcance de todos.

Al igual que ellos, otros artistas provenientes de países como Argentina, Chile, Colombia, Dinamarca, Ecuador, México y Perú pondrán en práctica sus técnicas para enriquecer espacios libres del hasta el 20 de marzo en Lima.

Estos talentosos creativos de la calle afirman que cada día sus proyectos mutan y se adaptan a diferentes realidades. Para el artista urbano mexicano, Dan Silva , “el mural cuenta la experiencia que hemos pasado, como el estar con la gente de este barrio y toda la dinámica que hay, la relación entre todos aportan mucho al proceso de pintar algo. Nosotros llegamos y ya tenemos una idea en la cabeza pero en el muro resolvemos todo, no es como estaba planeado”.

Si quiere contemplar de cerca este street art no deje ver el mapa de murales realizado por la Municipalidad de Lima, son 18 piezas gráficas que darán que hablar.