Síguenos en Facebook
La sátira fue siempre una forma artística peligrosa: la prohibición de escribir, las amenazas de asesinato, de prisión… Una mirada retrospectiva en la historia de la civilización europea.
Polémica contra los dirigentes
La primera publicación satírica con éxito fue la revista “Le Caricature”. Apareció en 1830 en París como una nueva mezcla de caricaturas, historietas y textos mordaces que llenaban ocho páginas de periódico. Los dibujos aparecían como litografías de colores entre los textos, gracias a un nuevo procedimiento tipográfico hasta entonces sólo utilizado por artistas, así lo explica la historiadora Louisa Reichstetter, profesora de “Historia de las caricaturas en Europa” en la universidad de Jena. El editor de “Le Caricature“ era Charles Philipon y el cerebro creativo, Honoré Daumier, que seguía con mucho ingenio la política francesa.
En 1832 Philipon fundó el periódico “Le Charivari”. Ambas publicaciones tuvieron un vertiginoso número de ventas.
(La famosa caricatura de Luis Felipe como una pera, dibujado por Honoré Daumier en base al bosquejo de Charles Philipon y publicado en ‘La Caricatura’ en 1831)La autoridad como blanco
Las caricaturas del rey y sus aduladores de la corte, así como la burguesía francesa, se convierten en motivos muy populares. Estos son objeto de ironía y de indirectas satíricas cortantes. Sólo en Inglaterra el Rey era tabú y el Ejército era, a menudo, el blanco de la burla.
Satíricos viven peligrosamente
En París, a los nobles les deja de hacer gracia. El 14 de noviembre de 1831 el editor Charle Philipon es juzgado por injuria a la realeza. Philipon es declarado inocente, pero poco después su colaborador, Honoré Daumier, es condenado a seis meses de cárcel. Reichstetter afirma que “él siguió sin turbarse, aunque afirmó estar apenado por ´sentir que la libertad y el liberalismo no bastaban en la restaurada Francia para tolerar algo así y garantizar la libertad de prensa´”.
El siglo 19 representa el florecer de las revistas de humor y la sátira política en Europa: en Suiza aparece de “Nebelspalter”, “Kikeriki” en Austria, “Ulk”, “Berliner Wespen” y “Leuchtkugeln” en el Imperio Alemán. En 1848 aparece el semanario humorístico “Kladderadatsch”. La revolución y la guerra traen tiradas altas.
Duramente contra el viento político
Después de “Kladderadatsch”, “Simplicissimus” es la revista de sátira alemana más popular, con una trayectoria de casi 50 años. Proviniente de Múnich y con Albert Langen como director. En su primera tirada de 480. 000 ejemplares solo 10. 000 fueron vendidos pero, sin embargo, se convierte en una institución en el imperio: anti-clerical, anti-feudal y fundamental-democrática. Esta representa también un foro para los literatos más importantes de la época. Hasta que en Marzo de 1933 las tropas de las SA devastan la redacción.
Después de la segunda guerra mundial, las caricaturas y los cómics se ponen de moda en Europa. En 1959 se funda en París la revista de historietas “Pilote”, mundialmente conocida por “Astérix el Galo” del dibujante René Goscinny. También nace en los años setenta la revista satírica mensual “Hara-Kiri”, precursora de “Charlie Hedo”. Los caricaturistas franceses capturan la tradición de Philipon y Daumier con la nueva agudeza: ser provocador, transfronterizo y romper todos los tabús.
“Le Canard enchainé”
El periódico satírico más influyente y más célebre es sin duda “Le Canard enchainé”. Desde 1915, durante 100 años, dirige una mezcla de periodismo de investigación, comentarios mordaces y caricaturas políticas. Los ejemplares son entregados cada semana directamente en el Palacio del Elíseo en París. “La libertad de prensa se extravía si uno no la utiliza”, con esta máxima la redacción ha mantenido su tradición temeraria. Hasta hoy tiene una tirada de 500.000 ejemplares.
(Fuente: Heike Mund/Deutsche Welle )