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Jim Carrey, de vuelta a su papel de Lloyd Christmas en la comedia Dumb and Dumber To, confesó que luego de muchas crisis de identidad se siente cómodo con él mismo.
“Estoy en un momento de mi vida en que me siento sabio, iluminado, realizado personalmente, esa ha sido mi meta durante mucho tiempo y he encontrado ese lugar. Ya no soy una pintura, soy la conciencia que se pinta”, contó a ABC.
El actor relató que los fans de la primera parte del filme, estrenado hace 20 años, presionaron para que se grabe la secuela que protagoniza al lado de Jeff Daniels. Los hermanos Farrelly repiten en dirección.
“Los admiradores de la película no nos dejaban en paz y decidimos hacer una segunda parte. Han sido años y años de recibir fotos de perros y niños vestidos como los protagonistas de Dos tontos muy tontos. De alguna manera la comedia es como un ministerio, la gente va a ver comedias porque quiere sentirse libre, la misma razón por la que acude a la iglesia”, indicó.
Carrey observó que la industria del cine ha cambiado mucho en las dos décadas que pasaron desde su aparición en la pantalla grande en los años 90. El actor resaltó que el humor consuele por un momento a los espectadores de sus películas.
“No, pero creo que puede hacerlo mucho más sabroso. No me engaño a mí mismo pensando que puedo cambiar el mundo con el humor, pero sé que puedo disfrutar mi humor y conseguir que los demás también disfruten conmigo al menos durante un par de horas. Cuando me siento y lo pienso, lo veo como una tirita sobre una herida, consuela pero no cura”, acotó.