La casa de papel, parte 2: reseña de los primeros episodios

Por: César Valero
REVIEW TV. La ruleta rusa es jugada al comienzo de la segunda y última parte de La casa de papel. Una bala en el tambor de un revólver es la frontera entre el plan tejido por el Profesor y el descontrol dentro de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Un clic tras otro clic y la bala se resiste a salir, mas la división se hace cada vez más nítida entre los atracadores. Por más que todos usen una máscara de Dalí y un mono rojo, por más que parezcan familia por momentos, cuando las dudas emergen sobre el tablero de ajedrez, no hay quien las disipe, ni siquiera el Profesor, ni siquiera los millones de euros que siguen imprimiéndose hora tras hora. Después de todo, el dinero no es la respuesta cuando la libertad está en juego.

Si estás entre las personas que ha esperado pacientemente por el desenlace del golpe del siglo en España, tu recompensa ha llegado este viernes 6 de abril. Netflix ha lanzado los últimos episodios de la serie que, sin exagerar, conquistó al mundo entero y que confirmó que la televisión española no tiene nada que envidiar a la estadounidense, que probó que el éxito es cuestión de creatividad y tino. La casa de papel es impecable, sobre todo sus personajes, desde Tokio hasta Helsinki, desde Raquel hasta Arturito.

Antes de su estreno, Netflix compartió con La Prensa los dos primeros episodios de esta última tanda de capítulos y si bien parece poco, en realidad es la introducción ideal para el gran final, para hacerse una idea del futuro de los ladrones comandados por Berlín. ¿Saldrán victoriosos del juego al que fueron invitados por el Profesor? No hay mucha acción ni espectacularidad en estos episodios, pero sí movimientos en el tablero que sugieren por dónde va el grupo. Unos cuantos personajes están en jaque. Otros creen estar en control. Y otros simplemente tienen otro tipo de preocupaciones aunque parezca increíble.

Basada en Reservoir Dogs y con el aura de Ocean’s Eleven alrededor, La casa de papel ha brillado principalmente por sus matices. Por algo no hay que subestimar nunca los detalles. Un plan elaborado con la sabiduría de un arquitecto y la delicadeza de un poeta. Unos personajes molestos, divertidos pero no por eso menos peligrosos o dramáticos, en evolución desde el primer vistazo y en conflicto constante con sus pares. Una risa de caricatura. Un poco de sensualidad. Inteligencia, mucha inteligencia para darse cuenta que la historia perfecta debe ser imperfecta para sostenerse de principio a fin.

Para esta segunda parte de La casa de papel, los personajes son víctimas de sus propias decisiones. Los errores pasan factura y eso, de cara al futuro, será determinante para encontrar una salida o perderse en el laberinto de la fábrica de dinero. Sin dudas, no todos saldrán con vida del secuestro y otros quizá terminen en prisión. ¿Quiénes exactamente? Ese es el misterio que tendrás que sobrellevar hasta el último capítulo, cuando sea revelado si el Profesor también calculó el potencial de éxito de cada uno de sus reclutas, incluido el de él mismo. Al fin y al cabo, Sergio, su verdadero nombre, tiene a Raquel encima de tanto jugar con fuego y quemarse es una posibilidad real a estas alturas.

La casa de papel ya está completa en la plataforma de Netflix.