Black Mirror 4x02: 'ArkAngel', un capítulo que Jodie Foster basó en su propia vida

CUIDADO, ALERTA DE SPOILER. ‘ArkAngel’ es el segundo episodio de la nueva temporada de Black Mirror y para algunos críticos, uno de los capítulos mejor realizados de esta nueva entrega. Dirigido por la actriz Jodie Foster a partir de un guión de Charlie Brooker, creador de la serie de Netflix, y protagonizado por Rosemarie DeWitt, ‘ArkAngel’ tiene el telón futurista en su centro, pero es más que todo un drama familiar, sobre una madre que intenta controlar a toda costa a su hija.

DeWitt es Marie, una mujer que recurre a un sistema de control experimental para monitorear cada uno de los pasos de su niña. ArkAngel, el nombre del servicio, consta de un chip insertado a un lado de la cabeza de la niña y a partir de su instalación, la usuaria – la mamá – puede revisar desde una tableta dónde está su hija, qué está viendo y si lo considera pertinente, censurar algunas experiencias, de tal modo que el peligro, la violencia o la sangre aparecen pixelados ante sus ojos.

Por algunos problemas, Marie decide dejar el sistema y construir una relación con su hija en perfecta armonía durante algunos años, pero cuando Sara crece y se convierte en una adolescente, interpretada por Brenna Harding , Marie recupera el viejo hábito de vigilarla hasta que la joven la descubre, estalla y la ataca, escapando después de casa, probablemente para siempre.

En conversación con The Hollywood Reporter, Jodie Foster contó que aceptó dirigir esta historia de Brooker por interesarle explorar una complicada relación de madre e hija. La también ganadora del Óscar, que se convirtió en la primera directora de un episodio de Black Mirror, dijo que para contar este drama se inspiró en su propia relación con su madre.

“Esta historia es mucho más que una exploración de la psique humana y de nuestras propias, frágiles y desordenadas psicologías que se ven resaltadas por el reflejo de la tecnología y cómo la usamos y cuán responsables o irresponsables estamos volviéndonos”, señaló Foster al empezar.

Según reconoció, nunca había visto Black Mirror hasta que se reunió con la vicepresidenta de Contenido Original de Netflix, Cindy Holland, quien le propuso unirse al proyecto tras escuchar su interés por la televisión, pero no exactamente por las series de varios capítulos.

“Luego vi todos los (episodios de) Black Mirror, me enviaron el guión y eso fue todo”, manifestó.

‘ArkAngel’ es un capítulo de control desmedido (Foto: Netflix)

En la misma conversación, Rosemarie DeWitt declaró que se sumó a ‘ArkAngel’ tras ser invitada por la misma Foster y al igual que ella, devoró todos los capítulos de la serie en poco tiempo.

Foster señaló que no le dio miedo afrontar el tema tecnológico que caracteriza a Black Mirror. No obstante, resaltó que su capítulo, a pesar del sistema avanzado de control, se siente como si hubiese sido ambientado en la actualidad.

En cuanto al desafío como directora, la también actriz refirió que adoró el tapiz de la madre y la hija, al que definió entre “muy apretado e increíblemente intrincado”. Foster señaló que “tuve una relación muy conectada y muy difícil con mi madre, ella estaba en cada parte mi vida, incluido mi trabajo, y fue una relación hermosa, la relación más significativa que alguna vez haya tenido, pero también la más dolorosa”.

Tras decidir inspirarse en esa complicada conexión con su madre, la directora comprendió que eso no bastaba y que debía contar la historia desde la perspectiva de ambos personajes, desde los dos lados de la moneda como en el cine, para comprender o al menos intentar entenderlos a ambos.

“Lo interesante del episodio es que comienzas pensando que es la historia de la madre y que es su punto de vista, pero luego, a medida que pasa el tiempo, te das cuenta de que se traslada a la perspectiva de la hija, Sara. Entonces regresa de nuevo y eso es porque son la misma persona. Ella salió de su cuerpo. Eres testigo de cómo la niña sale de su cuerpo en los primeros segundos. No hay una distinción clara entre una madre y una hija y esa distinción tiene que ser hecha por la hija en un momento de individuación”, explicó.

Por su parte, DeWitt anotó que si bien no es precisado, la historia sugiere que el personaje de Marie arrastra un pasado difícil, incluso doloroso, de pérdida y malas experiencias. Aún así, opinó que el episodio no solo aborda la necesidad de Marie de proteger a su hija, sino también la necesidad de la adolescente de ser egoísta como cualquier persona de su edad y según comentó, ese factor humanizador fue pasado del guión a la pantalla gracias a Foster, a quien llamó “meticulosa” con cada detalle.

Foster, quien también ha dirigido capítulos de Orange Is the New Black y House of Cards, ambas de Netflix, recién se enteró durante la entrevista que había sido la primera directora de Black Mirror, aunque eso no le pareció del toro radio. Después de todo, “he hecho, no sé, 55 películas y solo he trabajadora con una directora una vez en toda mi vida”.

La cuarta temporada de Black Mirror ya está disponible en Netflix.