Bryan hizo rendirse a Batista con un ‘cerrojo ¡Sí!' (Foto: Twitter/WWE)

Bryan hizo rendirse a Batista con un ‘cerrojo ¡Sí!' (Foto: Twitter/WWE)

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Daniel Bryan hizo lo imposible. Tras vencer en el duelo previo a Triple H, el dueño del ‘Sí’ ganó el boleto para sumarse a la batalla principal de WrestleMania XXX, que ya tenía de protagonistas a Randy Orton y Batista, quienes no olvidarán nunca la noche del domingo.

Bryan, el menospreciado luchador de ‘segunda clase’, que ‘nunca llegaría a nada’, derrotó al ‘Rey de reyes’ pese a la intervención de su esposa Stephanie McMahon. Pero no fue suficiente. Golpeado, lesionado y cansado enfrentó a Orton y Batista, quedándose finalmente con la victoria y el título mundial de Peso Pesado que perdió en 18 segundos hace dos años en WrestleMania XXVIII.


La pelea transcurrió así. Daniel Bryan ingresó con fuerza a la arena del Superdome de Nueva Orleans, derribando a sus oponentes con patadas a diestra y siniestra. Sin embargo, al poco rato Batista lo neutralizó, imponiendo por unos minutos una batalla de dos. Ya recuperado, tumbó a Orton con un cabezazo volador y le aplicó el ‘cerrojo ¡Sí!’.

La lucha transcurría, pero muy cerca aguardaba Triple H, quien en su condición de ‘La autoridad’ sacó al árbitro del ring y convocó a Scott Armstrong, su juez comprado. Sin embargo, ni una ‘bomba de Batista’ ni un réferi corrupto pudieron contra Bryan. Es más, llegado un momento se lanzó en un salto suicida fuera del ring, derribando a los tres socios del mal. Luego, usó el propio martillo de Triple H para noquearlo.

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En los últimos momentos de la pelea, cada superestrella sacó la artillería pesada, quedando Orton fuera de competencia tras recibir un rodillazo volador de Bryan y un bombazo de Batista. Al poco rato, el ‘hombre ¡sí!’ aplicó un nuevo ‘cerrojo ¡Sí!’, esta vez sobre Batista, quien finalmente se rindió. Nadie se lo creía. Bryan era campeón mundial.

La arena estalló de alegría con la victoria de este humilde luchador, quien abrazó a su familia mientras miles y miles de confetis caían del cielo. Daniel Bryan hizo lo imposible, pero ahora deberá cuidarse pues sus enemigos no se quedarán tranquilos.