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La violencia en el fútbol brasileño parece no tener fin. Los clásicos estatales de Minas Gerais y Sao Paulo, válidos por la fecha 28 del Brasileirao, se vieron empañados por graves incidentes que tuvieron como protagonistas a los aficionados.
En primer término, el derbi mineiro presentó un hecho condenable que involucra a fanáticos del Cruzeiro y Atlético Mineiro. Antes del partido, la policía local detuvo a una treintena de seguidores en Betim, en la región metropolitana de Belo Horizonte.
Las dos facciones más radicales de ambas barras se dirigían al estadio Arena Independencia portando palos, piedras y hasta armas de fuego. Si bien las autoridades lograron incautar el armamento, dentro del estadio ocurrió un lamentable incidente que por poco termina en tragedia.
En el entretiempo del partido, la barra del Cruzeiro atacó con bengalas y bombas de estruendo a la parcialidad del ‘Gallo’. Al menos dos personas resultaron heridas por este hecho.
Los actos violentos se trasladaron también a Sao Paulo, donde la parcialidad del Sao Paulo FC malogró el partido que disputaba su equipo ante el Corinthians al enfrentarse con la Policía.
La gresca se desató cuando los hinchas del ‘Tricolor’ quisieron burlar la seguridad para ingresar al sector donde estaban los torcedores del ‘Timao’.
Los ánimos se caldearon aún más cuando sobre el final del encuentro el arquero Rogerio Ceni falló un penal que le pudo dar el triunfo al Sao Paulo. El resultado fue 0-0.
