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El partido entre Real Madrid y Granda, por la fecha 21 de la liga española, registró una dramática escena en los primeros momentos del primer tiempo, cuando el compromiso iba empatado a cero.

A los 8’, y justo cuando el equipo local estaba más cerca de inaugurar el marcador, el zaguero colombiano Jeison Murillo intentó frenar un ataque merengue con una vehemencia propia de un luchador de vale todo.

La víctima fue el galés Gareth Bale, quien recibió por parte del sudamericano una terrible patada en la zona genital que prácticamente lo tumbó al piso y lo dejó inmovilizado.

La brutal escena no pasó desapercibida para el árbitro Gil Manzano, quien no dudó en amonestar con tarjeta amarilla al jugador visitante.

Tan fuerte fue el golpe que recibió Bale que en el entretiempo fue cambiado por Jesé.