(Foto: Cortesía Diario El País de Uruguay)

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El arquero uruguayo Juan Ángel Obelar vivió el último lunes lo que él mismo ha calificado como la peor experiencia de su vida. Con 34 años encima y con la expectativa al máximo por volver a jugar – pues se encontraba sin equipo –, el exportero de Peñarol y Millonarios de Bogotá se vio obligado a retirarse del fútbol tras sufrir un terrible accidente doméstico.

Todo ocurrió cuando el jugador se encontraba realizando algunas tareas del hogar con una máquina para cortar madera, y en un descuido se cortó cuatro dedos de su mano izquierda.

“Estoy muy mal mal, es lo más horrible que me ha pasado, es un momento doloroso. No voy a recuperar ningún dedo, ya me lo dijeron, pero tratarán de reconstruirme un poco. Estaba solo, no tenía ayuda de nadie, el único dedo que me quedó fue el pulgar”, contó al suplemento Ovación del diario El País.

Agregó que luego de ocurrido el accidente se apretó la mano y salió a la calle a buscar ayuda. Por suerte, un vecino lo asistió y de inmediato lo llevó a casa de sus padres. Su hermana fue la encargada de avisarle a su esposa, y esta, a su vez, a sus hijos de doce y nueve años.

Obelar fue operado esa misma noche en un sanatorio de Montevideo. “Por momentos me siento decepcionado, dolorido. Por otros estoy como perdido. Me ha pasado que por momentos me dormía y me despertaba con mi imagen de agarrándome la mano en el momento del accidente”, comentó.

“Duele mucho la forma en que me pasó y dejar de lado lo que esperaba para el futuro. Que algo así me corte la posibilidad de seguir, duele”, aseveró.

Pero Juan Ángel no está solo, ya que varios de sus colegas y excompañeros lo han llamado para expresarle su solidaridad e incluso lo han visitado en el hospital.

De momento, el ahora exfutbolista ha recibido una propuesta para trabajar como preparador de arqueros en un centro de formación de futbolistas de su país.