(Foto: Cortesía Hamburger SV)

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El nuevo entrenador del Hamburgo, Joe Zinnbauer, empezó su nueva carrera deportiva arrancándole un empate a cero goles al Bayern Múnich, el “todopoderoso” equipo de Pep Guardiola. El positivo resultado ante el máximo candidato a ganar la Bundesliga fue su primer paso como novato en una profesión en la que espera tener tanto éxito como en el mundo de los negocios.

Doble vida

Zinnbauer se estrenó en el banco del Hamburgo sumando, algo a lo que él está acostumbrado, por lo menos en el sector de las finanzas, donde se hizo millonario como empresario y negociante en la vida que lleva paralela al fútbol. El nuevo entrenador del único club alemán que siempre ha jugado en la primera división es un acaudalado hombre que ha estado vinculado al balón pese a que no es con él con el que ha hecho dinero.

Ya en su época de jugador, Joe Zinnbauer se había independizado financieramente del deporte. Su ingreso a la Bundesliga lo hizo siendo ya propietario de un Ferrari y pese a que en la temporada que estuvo en la categoría de élite del fútbol alemán con el KSC (1994/1995) nunca pisó la cancha, su situación económica cada vez fue mejor.

Los cuantiosos ingresos del futbolista provenían de sus discotecas, restaurantes, provisiones por ayudar como intermediario en la contratación de algunos colegas suyos y, en especial, de la firma de consultoría de inversiones que había fundado cuando tenía apenas 22 años de edad. Todo eso mientras su ficha deportiva estaba en manos de un club de cuarta división.

En la Bundesliga, Zinnbauer no protagonizó ningún partido, pero aún así se hizo famoso en Alemania por su doble vida como jugador y hombre de negocios. Los principales diarios del país escribieron sobre él en 1994 y hasta el programa deportivo más popular en Alemania, el “Sportschau”, lo tuvo como invitado.

“Él fue la primera persona que conocí que tenía tres teléfonos celulares al mismo tiempo” recuerda el entrenador del Dortmund, Jürgen Klopp, el año que compartió en el Maguncia con el joven millonario que desde el vestuario del equipo cerraba negocios de bienes raíces y seguros.

Del escritorio al banquillo

La vida se encargaría rápidamente de ponerle fin al dilema de juventud de Joe Zinnbauer: ¿fútbol o finanzas? Una lesión en la rodilla le impidió seguir avanzando como jugador y lo llevó a retirarse antes de haber cumplido 28 años.

Hasta el 2005 se dedicó por completo al mundo empresarial y su único contacto con el deporte fue la organización de partidos benéficos a los que acudieron como sus huéspedes estrellas como Mehmet Scholl, Miroslav Klose, Heiko Westermann y el hoy seleccionador campeón del mundo Jochim Löw.

El fútbol, sin embargo, pudo más que el dinero. En Oldenburgo Zinnbauer empezó una carrera a la que, según ha relatado, llegó siguiendo el consejo de Jürgen Klopp, quien una vez le dijo “nosotros somos tan malos jugadores que mejor lo intentamos como entrenadores”. Esa sería su primera etapa en el banquillo. La segunda, después de cinco años en Oldenburgo, lo llevaría de vuelta al KSC a trabajar con la cantera.

Sus resultados le abrieron este verano del 2014 la puerta de la academia del Hamburgo, donde luego de apenas cuatro semanas estuvo a punto de renunciar debido a los cambios en la cúpula directiva del club. Zinnbauer se quedó con el respaldo de sus jefes y el equipo juvenil bajo su dirección, pese a haber sido renovado casi en su totalidad (14 jugadores se marcharon y 11 nuevos llegaron), consiguió el impresionante balance de ocho victorias en ocho partidos.

Así, y debido a la crisis deportiva del equipo de primera división, Joe Zinnbauer aterrizó en la Bundesliga como sustituto del entrenador Mirko Slomka. Su debut, contra el Bayern y Pep Guardiola, fue exitoso (consiguió un empate 0 a 0). El Hamburgo no jugó un mejor fútbol, pero sí se presentó con más fe en sí mismo, motivado por un discurso de Zinnbauer que según contaron los jugadores “erizó la piel por lo emocional”.

(Fuente: Deutsche Welle )