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Para el futbolista alemán Daniel Engelbrecht, un desfibrilador que lleva en el pecho se ha convertido en su “ángel de la guardia” tras un protagonizar una de las historias más emotivas del fútbol germano.
El joven de 24 años, integrante del Stuttgarter Kickers de tercer división, colapsó hace 17 meses en el partido de apertura de la temporada 2013-2014 contra el Erfurt y tuvo que ser reanimado dentro de la cancha.
Tras la realización de exámenes médicos se reveló que sufría una inflamación del músculo cardíaco y arritmia.
El joven futbolista fue operado hasta en cuatro oportunidades y pese a que los médicos le recomendaron no volver a jugar, regresó a la competición a mediados de noviembre.
“Estoy al 65%. Sigo tomando medicamentos que voy a reducir gradualmente. Una vez que los deje tendré más potencia que nunca”, indicó Engelbrecht a DPA.
Sin embargo, el futbolista tiene una relación ambigua con el desfibrilador que le fue colocado hace poco más de un año. “Es mi ángel de la guarda pero también algo que me recuerda el peor momento de mi vida”, expresó.
Además Engelbrecht dijo que lo sigue “sintiendo como algo extraño”.
El desfibrilador ya funcionó anteriormente, poco antes de una operación. “Recibí una descarga de 830 voltios y mi pulso estaba a 300. Es el momento en el que uno piensa ‘se terminó”, declaró a la agencia. Sin embargo, tras superar las intervenciones quirúrgicas siente “como si hubiera vuelto a nacer”.
“Me hace feliz y orgulloso ser el primer futbolista alemán que ha conseguido retornar con un desfibrilador. He recibido muchas reacciones de gente con problemas similares. Trataré de ser un ejemplo para dar esperanza a la gente en momentos difíciles”, agregó a DPA.