Las 'matadorcitas' enfrentarán a México por el honor y una mejor ubicación. (Foto: Federación Peruana de Voléibol)

Las 'matadorcitas' enfrentarán a México por el honor y una mejor ubicación. (Foto: Federación Peruana de Voléibol)

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Por Daniel Contreras (@d_contreras_v)

Después del partido de este miércoles entre Perú y Japón, con triunfo para las niponas por 3-0, las ‘matadorcitas’ ya no avanzarán más en el Mundial de la categoría de República Checa. Sin embargo, buscarán una ubicación decorosa enfrentando a México, que cayó ante Turquía.

La campaña de la selección juvenil peruana fue regular: dos triunfos y tres derrotas. En la fase de grupos, empezó perdiendo con China Taipéi un partido que tenía ganado por 2-0, incluso con un cuarto set casi ganado, con un marcador de 23-18. Aquí quedaron demostradas algunas desconcentraciones y lagunas de las que sufren las ‘matadorcitas’ en varios pasajes de los partidos.

Tras la derrota, la DT Natalia Málaga reconoció que la falta de concentración fue un factor importante en el partido. Lo mismo que ocurrió contra República Dominicana, enfrentamiento donde Perú estuvo a la altura. Sin embargo, los recurrentes problemas de desatención perjudicaron al equipo y cayeron, también por 3-2.

El enfrentamiento contra Japón – en teoría, el equipo menos complicado al que podía enfrentar Perú en esta ronda – estuvo muy cuesta arriba, pues las niponas demostraron solidez defensiva y contundencia en el ataque. Perú no pudo ganar un solo set. Los triunfos de Perú fueron ante Puerto Rico – el más débil del grupo – y el local República Checa.

¿Hubo mejoras? Las chicas estuvieron al nivel pese a las limitaciones y el mayor roce internacional de sus rivales. Falta corregir, sin duda, algunos problemas de concentración y temas técnicos. El vóley es un deporte de momentos y rachas, las lagunas son siempre aprovechadas por los rivales, más aún en un certamen mundial.

Pero no todo es negativo y hay cosas por rescatar. El nivel de esta selección ha sido bueno. Todavía no le alcanza para enfrentarse a las potencias, pero se nota un nivel ascendente que, se espera, pueda colocar al vóley peruano en el sitial que en algún momento tuvo en el mundo.

El trabajo de Natalia Málaga, pese a las controversias que desata su estilo directo e incluso agresivo, fue impecable. La entrenadora ha formado a un equipo con una idea definida de juego y conoce a las jugadoras desde que son niñas. Es, sin lugar a dudas, la persona más indicada para continuar con este equipo.