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Camas, hamacas y tiendas de campaña fueron instaladas en las calles del municipio colombiano de Itagüí, cercano a la ciudad de Medellín (noroeste), donde un centenar de personas se unió a una auténtica “oda al descanso” con motivo del Día de la Pereza.

Este particular festejo, que habitualmente se celebra durante las Fiestas de la Industria, el Comercio y la Cultura, nació en 1985 en contraposición al Día del Mundial Trabajo y ha logrado calar en los lugareños, que entre pijamas y almohadas se entregan por 24 horas al ocio.

“Cada año crece más la fiesta de la pereza. Es una avanzada cultural que proponemos en Itagüí para que las personas que quieran vengan a hacer pereza y a compartir con amigos”, dijo a Efe el director de la Corporación Día Mundial de la Pereza, Juan Fernando Duque.

Bajo el lema “Por el derecho a la pereza, todos a trabajar”, este evento se vivió en los principales parques del municipio, en donde los habitantes aprovecharon árboles para colgar sus hamacas y se pasearon en sus camas rodantes, donde también tomaron siestas, hablaron o leyeron algún libro.

Según Duque, la intención principal de los organizadores, además de presentar a la pereza como “una cualidad en lugar de un vicio”, es promover un “ocio creativo” con actividades que invitan a “rescatar la lúdica”.

“Necesitamos hacerle una oda al descanso en esta vida moderna, loca y tecnológica”, acotó sobre esta celebración considerada Patrimonio Inmaterial de Itagüí.

Para ello, además de los cientos de perezosos que descansaron en las calles, la programación incluyó un “desfile pintoresco de comparsas y camas decoradas”.

“Pensé que no iba a poder participar con mi cama, pero a mí lo que me importa es hacer pereza”, comentó María Generosa García, infaltable en esta curiosa celebración con su colcha de retazos, pijama, gorro y pantuflas.

Lo mismo atrajo a Jhonny López, el dueño de una cama bautizada “La Perezosa”, que exhibió junto a una mesa de noche, un pequeño televisor y un tapete, en una especie de habitación improvisada en la calle, donde se alternaron los momentos de reposo y sueño frente a la mirada de los transeúntes.

“Disfrutar de un día de descanso es lo mejor. Por un día los itagüiseños somos reconocidos como perezosos, pero también somos fuertes para trabajar”, expresó a Efe López, quien vestido como campesino quiso rendir un “homenaje” a esos hombres que “merecen descansar”.

Además, durante la jornada se programaron actividades como un concurso de mascotas, competencias de ajedrez y billar, desfile de bandas marciales, presentaciones musicales y espectáculos cirqueros.

EFE