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A comienzos de marzo el mundo se sorprendió con el caso de “Om Sin”, una tortuga marina verde que había tenido que ser operada en Tailandia para extraerle 915 monedas del estómago. Esto resultó siendo su sentencia de muerte y hoy perdió la vida.
Los turistas solían tirarle monedas dentro de un estanque en el oriente de Tailandia, como deseo de suerte y longevidad. Pero la tortuga se las tragaba.
Personal naval de Tailandia rescató al animal, que se cree tenía 25 años, luego que vio que estaba visiblemente enferma en el pueblo costero de Sattahip.
Fue examinada por un veterinario, quien descubrió las monedas dentro de su estómago. El peso de estas en su panza había quebrado su coraza inferior lo cual la hacía vulnerable a una infección mortal.
La causa de la muerte de la tortuga “Om Sin” fue obstrucción intestinal que le impedía asimilar proteínas, y la toxicidad del níquel proveniente de las monedas habían dañado su sistema inmunológico, dijo el médico Roongroje Thanawongnuwech, decano de la facultad de veterinaria en la Universidad Chulalongkorn de Bangkok.
Según información de AP, tras superar exitosamente la operación de siete horas, el último sábado presentó problemas en sus intestinos. La operaron de nuevo, durante dos horas y media, pero no despertó y murió el martes por la mañana.
“Al menos tuvo la oportunidad de nadar libremente y comer felizmente antes de morir”, dijo la doctora Nantarika Chansue, directora del equipo que la operó el 6 de marzo.
