¿Son engañosos los resultados del Schalke en la Bundesliga?
Desde hace siete jornadas de la Bundesliga el Schalke no conoce la derrota, y en el 2014 ha acumulado 13 puntos producto de cuatro victorias y un empate. El equipo que cerró la primera vuelta del campeonato alemán en medio de una crisis, siendo séptimo de la clasificación, es ahora cuarto, a apenas dos puntos del segundo lugar, del que en diciembre lo separaban nueve.
El repunte del Schalke es, visto desde la óptica de las cifras, impactante. En el 2014 solo el “todopoderoso” Bayern le supera tanto en puntos acumulados como en diferencia de goles. El resto de los clubes alemanes se tienen que poner detrás suyo en la fila. Eso es lo que dicen las estadísticas.
La realidad es otra
Pero lo que no dicen los números tampoco queda oculto, y públicamente, partido tras partido, los integrantes del Schalke lo reconocen. “*Tuvimos buena suerte*”, resumió el entrenador Jens Keller el partido en el que se obtuvo la victoria más importante de lo que va corrido del presente año, el 2-1 sobre el Leverkusen, en Leverkusen.
Y como ese también se han encarrilado otros triunfos en los que el Schalke, más que dominar al rival con su fútbol, ha tenido mayor fortuna a la hora de definir los partidos. La serie positiva ha llenado de optimismo a la afición y los jugadores, pero no por ello maquilla el bajo rendimiento del equipo en momentos en los que está a punto de enfrentar sus partidos más duros de la temporada: Real Madrid en la Champions League este miércoles (26.02.2013), y el Bayern Múnich en el Allianz Arena cuatro días más tarde.
El Schalke ha comprobado depender demasiado del momento que atraviesan sus estrellas. Más que el colectivo, es la individualidad la que determina el curso de cada partido e inclina la balanza hacia el resultado. Está Kevin Prince Boateng “enchufado”, como contra el Wolfsburgo, entonces se consigue un triunfo importante; pero si el ghanés-alemán no pesca un buen día, como el pasado fin de semana ante el Maguncia, entonces la recompensa es solo un empate ante un rival que teóricamente el Schalke tendría que haber doblegado.
Y lo que aplica a Boateng vale para el resto de las figuras del Schalke, en cuya plantilla hay suficientes: la gran promesa juvenil Julian Draxler, el peruano Jefferson Farfán, el delantero holandés Klaas-Jan Huntelaar, y los descubrimientos de la temporada en la Bundesliga Max Meyer y Leon Goretzka.
Semana de evaluaciones
“El próximo sábado nos enfrentamos al mejor equipo del mundo, pero antes, el miércoles, nos toca jugar contra uno de los mejores del mundo”. El director deportivo del Schalke, Horst Held, describió así la dura semana que su equipo encara contra rivales como el Real Madrid y el Bayern Múnich. Al respecto, con crudeza, el entrenador Jens Keller dijo: “siendo sinceros, sería un milagro que nosotros pudiéramos ponerle zancadilla a alguno de esos dos equipos”.
La dificultad de las evaluaciones no opaca las emociones con las que los futbolistas del Schalke y sus hinchas acompañan la visita del tradicional club español a Alemania.
“Todos en el club, desde el entrenador y las directivas, hasta los funcionarios y aficionados, nos alegramos por el partido. Este es un gran evento y nosotros no tenemos nada que perder. A Gelsenkirchen viene uno de los mejores equipos del mundo, uno de esos rivales contra los que todos quieren jugar, la razón por la cual la temporada pasada luchamos tanto para clasificarnos para la Champions League”, contó Julian Draxler, quien quizás reaparezca el miércoles luego de casi dos meses de pausa por lesión.
En este partido del miércoles, en octavos de final de la Champions League, el Real Madrid desnudará el verdadero nivel del Schalke y dejará en claro si los resultados que ha obtenido hasta ahora en la Bundesliga en el 2014 han sido engañosos.
(Fuente: Deutsche Welle )