"Renuncia de Gabriel Prado significa reconocimiento del error", asegura Alberto Valenzuela
José Miguel Silva @jomisilvamerino
Alberto Valenzuela, regidor pepecista que efectuó la denuncia que desembocó en la renuncia del gerente de Emape, Gabriel Prado , consideró correcta la dimisión del funcionario pues no es la primera vez que se equivoca de esta manera en su proceder.
“Siento tranquilidad porque un funcionario que ha cometido por lo menos dos serios errores en trabajo ha decidido dejar el cargo. Para la democracia y para Lima, ha quedado demostrado que sin necesidad de entrar a procesos como la revocatoria, se pueden lograr cambios”, manifestó a laprensa.com.pe.
La noche de ayer domingo, el programa Cuarto Poder emitió un informe en el cual se revelaba cómo la gestión de Susana Villarán, a través de la Gerencia de Seguridad Ciudadana que dirigía Prado, presentó oficialmente un lote de camionetas de serenazgo que más de un mes después, aún no pueden ser utilizadas.
No solo eso, el reportaje indicaba que para la presentación de los vehículos se alquiló – por un lapso de seis semanas – un conjunto de circulinas por un valor de 40 mil nuevos soles. Todo esto con el aparente deseo de “quedar bien” con la administración Villarán.
Ante la presión mediática, y los emplazamientos hechos incluso por gente del oficialismo, el ahora gerente de Emape se vio forzado a dejar su cargo en una misiva que fue de inmediato aceptada por la alcaldesa capitalina.
“Esta es una grave negligencia. La responsabilidad del señor Prado la está asumiendo al renunciar. No ha dado tiempo a que mañana pidamos su salida, creo que esto es lo más saludable. En todo caso serán las autoridades competentes las que digan si hay o no delito”, agregó Valenzuela.
Cabe indicar que la alcaldesa está en medio de un proceso de consulta popular que podría alejarla de su puesto. En los últimos días las encuestas dejan claro un ligero pero consistente incremento en favor del ‘No’ a la revocatoria, pero las principales razones que sustentan el ‘Sí’ incluyen la poca eficiencia en la lucha contra inseguridad ciudadana, y el mortal primer intento de desalojo de ‘La Parada’.