San Valentín: ¿Por qué nos enamoramos?
Si sientes mariposas en el estómago, nervios cuando ves a la otra persona, ganas de escribirle todo el tiempo y compartir tus cosas con ella, pues estás enamorado. Según especialistas, el verdadero enamoramiento es el resultado de un proceso químico que se inicia en el cerebro y no en el corazón como Cupido hace creer.
Cuando nos enamoramos, se activan 3 sistemas cerebrales vinculados al amor romántico, el deseo sexual y el cariño duradero.
Cuando sentimos el primer flechazo, entra en juego la dopamina, que nos produce emoción y positividad. Esta es un neurotransmisor responsable de la capacidad cerebral de desear algo y de repetir un comportamiento que proporciona placer.
ENLACE: YOUTUBE: CAMPAÑA PROPONE QUE AMAR ES ESPERAR, EN DÍAS PREVIOS A SAN VALENTÍN
Cuando se está enamorado se produce noradrenalina, sustancia encargada de provocar pequeños escalofríos de placer, sudoración en las manos, taquicardias y las típicas mariposas en el estómago. Este neurotransmisor aumenta a la par de la dopamina.
Estas no son las únicas sustancias que se produce. También aparece la endorfina, un tipo de morfina natural que contribuye al placer.
La atracción está controlada por la activación de otro sistema cerebral. Esto da pie al deseo sexual, importante en la etapa del enamoramiento.
El sistema cerebral genera testosterona que es la que controla el impulso sexual. El hombre produce 20 veces más testosterona que la mujer.
El cariño duradero está basado en la oxitocina y la vasopresina, dos hormonas que despiertan el sistema cerebral relacionado con este tipo de afecto y que se disparan si es que estás enamorado. Te dan seguridad, estabilidad y confortabilidad.
Después de la reacción del cerebro entra en juego el cuerpo. La necesaria atracción física que hay en toda relación.
Las mujeres emplean más la oxitocina, la hormona de la confianza, que además aumenta su nivel con el contacto físico y la mirada. Domina la empatía emocional.
En el caso de los hombres, ellos usan más la vasopresina, que potencia la testosterona y facilita una empatía más racionalizada, y aumenta la detección de estímulos eróticos.
En el amor, también están presentes la adrenalina y noradrenalina, encargadas de hacer que el corazón se acelere. Una acción que está estrechamente unida a la liberación de dopamina por parte del cerebro. Por ellas estarás eufórico todo el tiempo y ciento por ciento feliz en tu relación.