Putin y Poroshenko se reúnen en Bielorrusia
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, se reúne en Bielorrusia con su homólogo ruso, Vladimir Putin. La posición del gobierno de Minsk en la crisis entre Moscú y Kiev es neutral, y Bielorrusia se beneficia con ello.
Hasta el momento, las conversaciones entre Rusia y Ucrania se llevaron a cabo en Europa occidental. Desde la anexión rusa de la península de Crimea y el inicio de los enfrentamientos en el este de Ucrania, los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países se encontraron una vez en Ginebra y dos veces en Berlín. Este martes, Poroshenko y Putin se reúnen por segunda vez, esta vez en Minsk.
El “último dictador europeo”, en la mira
No solo el lugar del encuentro es nuevo, sino también su formato. Además de Putin estará presente el anfitrión, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko. También el presidente de Kazajistán, Nursultan Nasabajev, formará parte de las conversaciones. Esos tres países conforman una unión aduanera de exrepúblicas soviéticas. La Unión Europea envía a Minsk a la Alta Comisionada de Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, al comisionado de Comercio de la UE, Karel De Gucht, y al de Energía, Günther Oettinger.
La economía está en el primer plano de las negociaciones. Los países de la unión aduanera conversarán acerca del acuerdo de asociación entre Ucrania y la UE. Kiev y la Unión Europea quieren hablar, sobre todo, de la provisión de gas ruso en Ucrania hacia Europa. Pero también la solución de la crisis en Ucrania está en el foco de este encuentro. Es así como Lukashenko, llamado “el último dictador europeo”, pasa a ser el centro de la atención de los medios.
Si bien Lukashenko se halla muy cerca de Rusia, también se esfuerza por mantener buenas relaciones con Ucrania. Hace pocos días, Ucrania y Bielorrusia anularon todas barreras comerciales.”Bielorrusia ayudará a Ucrania a pesar de sus propias necesidades”, dijo Lukashenko a comienzos de agosto. Poroshenko, por su parte, agradeció a Bielorrusia el apoyo brindado. Esos son solo algunas de las muestras de acercamiento entre Kiev y Minsk. El presidente de Ucrania no duda, aparentemente, en mantener el contacto con Lukashenko, que hace 20 años que permanece en el poder, y tampoco parece molestarle que sea un aliado incondicional de Rusia.
Bielorrusia se mantiene neutral desde el comienzo de la crisis. Astrid Sahm, experta en Bielorrusia y académica invitada por la Fundación Ciencia y Política (SWP), de Berlín, opina que la “amistad” con Ucrania “no es un fenómeno nuevo”.
“A pesar de su rechazo a la ‘Revolución Naranja, Lukashenko sostuvo buenas relaciones con el expresidente de Ucrania Viktor Yushenko”, dijo la politóloga a Deutsche Welle. Es por eso que Ucrania pidió a Lukashenko su apoyo también luego del cambio reciente en el poder.
La cercanía de Ucrania, así como el estrecho contacto con Rusia hacen de Minsk un lugar muy adecuado para las negociaciones en la crisis de Ucrania. Pero Lukashenko prefiere hablar de “ayuda”, y no de “mediación”.
Minsk se beneficia de las sanciones de Moscú contra la UE
Hasta el momento, Rusia calla acerca del curso visiblemente amistoso entre Lukashenko y el gobierno de Kiev. Según observadores, eso sucede porque Moscú quiere mantener abierta una posibilidad de contacto directo con el gobierno de Ucrania.
En el futuro, Bielorrusia se beneficiará aún más de su posición en la crisis de Ucrania. Luego de que Rusia hubo introducido sanciones a la UE como respuesta a las sanciones europeas, frenando la importación de alimentos, Lukashenko creyó que había llegado su oportunidad.
“Hay que moverse, aprovechar el momento y ganar dinero”, dijo el presidente de Bielorrusia recientemente. Por un lado, Minsk quiere, evidentemente, vender sus propios productos y, por el otro, elaborar productos de la Unión Europea y exportarlos a Rusia.
(Fuente: Deutsche Welle )