PNUD afirma que “protección social universal es posible”

(Foto: PNUD)

Según el PNUD, para reducir la vulnerabilidad de la población es necesaria y posible una mayor protección social. DW entrevistó a Khalid Malik, director del PNUD y editor del Índice de Desarrollo Humano 2014.

DW: ¿Cuál es el mayor desafío para el desarrollo?

Khalid Malik: El mayor desafío para el desarrollo es mejorar la vida de la gente. En los últimos años hemos registrado lo contrario: un descenso en el progreso del desarrollo humano. En el informe de 2013 dijimos que unos 40 países habían mejorado en ese sentido más de lo esperado durante la década anterior.

En los últimos cinco años, sin embargo, hemos observado de nuevo una desaceleración. Se multiplican la precariedad y la falta de certezas. Necesario es aumentar las posibilidades y la seguridad.

¿Qué personas son las más vulnerables?

En el informe intentamos detectar las causas de la vulnerabilidad y cómo los individuos y la sociedad pueden desarrollar más resistencia. ¿Por qué algunas personas y comunidades son más resistentes que otras, a pesar de estar expuestas a los mismos riesgos? Para explicarlo desarrollamos dos hipótesis. Una es que la resistencia es influida por la salud y la educación. Si alguien tiene una mejor educación, puede afrontar mejor los riesgos. La otra es que la falta de protección de la gente contra la vulnerabilidad es a menudo la consecuencia de malas políticas y los déficits de las instituciones sociales.

¿Podría darnos algunos ejemplos?

Tomemos, por ejemplo, el caso de los pobres. Tenemos una nueva cifra: hay 1.500 millones de personas en el mundo que viven en una pobreza multidimensional. Otros 800 millones viven algo por arriba del nivel de pobreza, de tal forma que si sufren un shock volverán a caer en la pobreza. El 80 por ciento de la población mundial carece de protección social. El 12 por ciento de la población mundial sufre de hambre crónica y aproximadamente la mitad de los trabajadores –-más de 1.500 millones de personas-– tienen un empleo informal o precario. Es decir, hay mucha gente en estado de vulnerabilidad y mucha de la que uno pensaría inicialmente que no son vulnerables.

Actualmente solo el 20 por ciento de la población mundial tiene alguna forma de protección social. ¿No son los países pobres simplemente demasiado pobres para financiar los sistemas sociales básicos?

En el informe entramos considerablemente en esos detalles, desde una perspectiva histórica. En países como Costa Rica, los países escandinavos y Corea del Sur, los primeros pasos hacia servicios sociales básicos fueron dados ya a relativamente bajos niveles de ingreso per cápita. Incluso más bajos que los del sur de Asia hoy. Nosotros afirmamos que el acceso universal a los servicios sociales es posible en la mayoría de los países, sino en todos. Los presupuestos nacionales no son tan importantes. Se necesita tiempo para desarrollar los sistemas sociales, pero sus beneficios son mayores que lo esperado. Actualmente estamos desmontando la idea de que un país debe ser rico para financiar sistemas sociales universales.

¿Cuánto dinero se necesita para crear una protección social mínima?

Depende de lo que incluya. En el marco del Social Protection Floor (un instrumento de políticas de desarrollo socioeconómicas y de gestión de crisis, n. de la r.) se estima que se necesitan del 3 al 5 por ciento del PIB. Con ese instrumento se analizó con gran detalle un paquete de transferencias y servicios sociales esenciales, salud, educación primaria, jubilaciones, seguro de desempleo y cuidados infantiles, intentando estimar si es financiable por parte de los países de bajos ingresos. Se llegó a un gasto del 3 al 5 por ciento del PIB en el caso de los países pobres. O sea, que es posible. Los beneficios, por el contrario, son mucho más grandes, porque un sistema social lleva a mayor prosperidad. Naturalmente, no solo depende del monto del presupuesto, sino de lo que se haga con él.

¿Es necesario siempre el mismo nivel de protección social en todos los países?

Permítame darle un ejemplo. En China se registró hace algunos años un debate acerca de crear o no un sistema de protección social. Finalmente fue tomada una decisión política y la protección social es hoy un derecho básico de todo ciudadano chino. Ahora, el Gobierno está tratando de aumentar las prestaciones sociales, para conformar un paquete más completo. Es decir, que no es necesario implementar el mismo paquete de prestaciones en todos los países en desarrollo. Una protección social básica, sin embargo, ayuda a la gente a continuar con su vida incluso si las cosas no van tan bien.

Khalid Malik fue designado director del Índice Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en 2011. Nacido en Pakistán, estudió economía en Pakistán y el Reino Unido, realizando luego una larga carrera en la ONU.

(Fuente: Deutsche Welle )

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