¿Por qué la ampliación del Canal de Panamá marcó hito en construcción?
Desde hace nueve años, Panamá trabajó en el proyecto que lo puso en el centro de la atención mundial. La tan esperada ampliación del Canal de Panamá concluyó con su inauguración el pasado 26 de junio, superando las altas demandas de energía que requerían la magnitud de los trabajos desarrollados.
Solo por mencionar algunos de los requerimientos, cerca de 40 millones de metros cúbicos de material subacuático fueron dragados, 50 millones de metros cúbicos de piedra y tierra fueron excavados y se instalaron 16 compuertas entre las nuevas esclusas: 8 en el Atlántico y 8 en el Pacífico. Cada una con un peso de hasta 4200 toneladas y 57,6 metros de largo.
Esta megaobra que costó más de 5,250 millones de dólares, siendo considerada un hito en la historia de la ingeniería mundial.
Estas labores fueron apoyadas por el suministro de energía de Aggreko que por cerca de tres años atendió la demanda de energía para toda la planta de trituración del grupo de empresas encargado del Proyecto de Cauce de Acceso del Pacífico (PAC-4), teniendo cerca de 10MW (megavatio) en el pico más alto.
“Para la construcción de las nuevas esclusas, por un periodo de más de 6 años, desplegamos generadores a lo largo y ancho de la obra, logrando en los picos más altos de producción tener disponibles 22MW”, informó Pablo Varela, Head of Sales and Marketing Latinoamérica de Aggreko.
El Canal de Panamá fue inaugurado el 15 de agosto de 1914. Después de unos 34 años de construcción, el proyecto tuvo un alto costo en víctimas humanas; unos 7.000 trabajadores murieron víctimas de epidemias y accidentes. En 2014 se celebraron 100 años de su apertura al mundo.