La OTAN replantea su estrategia frente a Rusia
La “disuasión” vuelve a ponerse de moda. La OTAN apuesta por tropas de reacción rápida y quiere quitarle a Rusia las ganas de emprender aventuras militares en Europa.
Esta cumbre probablemente será calificada de histórica, suponen altos diplomáticos de la Alianza Atlántica. Histórica, porque la OTAN se dispone a reformular por completo sus prioridades en vista de la creciente confrontación con Rusia, derivada de la crisis de Ucrania. Durante los últimos 13 años, la organización se ocupó de crisis fuera de su territorio, principalmente en Afganistán, misión que habrá de ser reemplazada a fines de 2014 por una mucho más reducida, dirigida a la capacitación. Ahora vuelve estar sobre la mesa el tema de la defensa en Europa.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, adoptó en las últimas semanas un tono cada vez más duro frente a Rusia. “No somos ingenuos, no sucumbimos a las ilusiones. Tenemos que hacernos cargo de que Rusia nos considera adversarios. Tendremos que adaptarnos a eso”, señaló.
Punta de lanza
Los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN resolverán en Newport reforzar las fuerzas de reacción y dotarlas de una “punta de lanza”, que ha de estar siempre en alerta.
“Esa tropa podrá viajar con equipaje ligero, pero, pese a ello, golpear fuerte de ser necesario”, dijo Rasmussen en Bruselas. La citada “punta de lanza” debería contar con solo algunos cientos de soldados y estar en condiciones de actuar en dos o tres días. Esta fuerza de intervención rápida sería puesta a disposición de la OTAN por sus países miembros, en forma rotativa. A ella se sumarían las fuerzas de reacción con unidades multinacionales, dotadas de varios miles de efectivos.
“Creemos que semejante tropa de reacción, en estado de alerta, tendría un gran efecto disuasivo”, dijo Rasmussen, utilizando una terminología como la de la Guerra Fría, que ya se creía superada.
“El problema era hasta ahora el tiempo de reacción”, señaló el exgeneral de la OTAN Harald Kujat. Según indicó en conversación con DW, este lapso ha de reducirse para crear un contrapeso a las tropas rusas que pudieran amenazar a los países orientales de la alianza.
El Consejo OTAN-Rusia
Los países bálticos y Polonia habían solicitado el emplazamiento permanente de tropas de la OTAN en su territorio. El presidente de Estonia advirtió recientemente que surgiría una “OTAN de dos clases”, si no se instalan bases permanentes en los países del este que la integran. Pero los países occidentales de la alianza lo rechazan. Rasmussen aseguró que la OTAN se atendrá al acuerdo suscrito con Rusia, en el marco del cual se comprometió en 1997 a no emplazar permanentemente mayores unidades militares en los países que formaron parte antaño del Pacto de Varsovia.
En la penúltima cumbre de la OTAN, celebrada en Lisboa en 2010, el presidente ruso estuvo presente. Hubo una reunión del Consejo OTAN-Rusia al más alto nivel. Pero eso ya no parece ser posible.
Esta vez, el jefe del Kremlin no fue invitado, debido a la crisis de Ucrania. Las relaciones con Moscú se han deteriorado mucho. Kujat critica duramente que no se haya convocado la Consejo OTAN-Rusia, creado especialmente para mantener el diálogo, también en momentos de crisis. “Es un instrumento bastante efectivo para prevenir conflictos y superar crisis; desgraciadamente, no ha sido utilizado por la OTAN”, señaló el exgeneral de la alianza, indicando que con él se podría haber contribuido a estabilizar la situación en Ucrania.
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, sí ha sido invitado, pero diplomáticos de la alianza advierten que no debería esperar demasiado de esta cumbre. Ucrania no es miembro de la OTAN ni lo será en tiempo previsible. La mayoría de los miembros de la organización se opone también al suministro de armas al ejército ucraniano. “Ayudamos en la capacitación y la reforma del ejército, pero únicamente defendemos a estados miembros”, puntualizó un diplomático de alto rango.
(Fuente: Deutsche Welle )