Murió Fred Phelps, fundador de la Iglesia Bautista de Westboro
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A los 84 años murió el reverendo Fred Phelps, fundador y líder de la Iglesia Bautista de Westboro, informó el Washington Post. Su comunidad religiosa, ubicada en Kansas (Estados Unidos) se hizo famosa en todo el mundo por su posición radical de intolerancia contra los homosexuales.
La iglesia de Phelps considera que Dios detesta a los homosexuales y que los castigará. La comunidad, cuyo centro de reuniones es la casa del fallecido líder, también predica contra los enfermos de sida e incluso a los soldados del Ejército de los Estados Unidos.
En diálogo con el diario Topeka Capital–Journal, la hija del reverendo, Shirley Phelps confirmó que su padre falleció en una clínica local. Ella se negó a dar detalles sobre la causa de la muerte del líder religioso y de sus funerales.
Según exseguidores del polémico reverendo, él había prohibido a sus cuatro hijos –así como a sus 20 nietos– apartados de la iglesia. En febrero, el vocero de la comunidad, Steve Drain, dijo que Phelps se encontraba “saludable”, pero que no iba a hablar con los medios.
La cuenta oficial en Twitter de la Iglesia Bautista de Westboro confirmó la muerte de su líder y, fiel a su estilo, publicó un encendido mensaje para recordarlo:
“La muerte de Fred Phelps, un hombre que predicó fielmente en un mundo oscuro, no es más que una esperanza hipócrita para ustedes”, dice el mensaje. El reverendo también expresaba un profundo rechazo hacia los Estados Unidos y a extranjeros de distintas nacionalidades.
¿Por qué es famosa esta comunidad religiosa? El radicalismo que profesan se resumen en uno de sus eslóganes: God hates fags (Dios odia a los maricones). Ellos creen que las tragedias y crisis en el mundo tienen relación directa no solo con los homosexuales, sino con la tolerancia hacia ellos.
Ellos sostienen que su “único líder” es Cristo y las decisiones institucionales las toma un círculo de ocho miembros, todos ancianos y varones. Su última protesta mediática fue en el funeral de Paul Walker, a quien rechazaban por promover una nación “rápida y furiosa”.