Harry y Meghan: ¿Qué cuestiones plantea que los duques de Sussex se aparten de la monarquía?
FAMILIA | Royals | Estos son algunos de los interrogantes que plantea la controvertida decisión anunciada por los duques de Sussex, Harry y Meghan, de “dar un paso atrás” en sus funciones como miembros de la monarquía británica.
¿Dónde residirá la pareja?
El matrimonio ha indicado que tiene intención de vivir entre el Reino Unido y América del Norte (posiblemente en Canadá, donde han pasado dos meses y ella residió cuando rodaba “Suits”), si bien por ahora no se han divulgado detalles concretos.
¿Qué ocurrirá con la vivienda que les regaló la reina Isabel II – Frogmore Cottage – en los terrenos del castillo de Windsor (a las afueras de Londres), donde residen desde hace nueve meses?
Según parece, cuando se encuentren en el Reino Unido, en principio esa seguirá siendo su residencia “base”. La vivienda fue renovada a un coste de 2,4 millones de libras (2,8 millones de euros) que salió de fondos de los contribuyentes. De momento, se desconoce si adquirirán otra propiedad en América.
¿Cómo planean independizarse financieramente?
En su nueva web oficial – Sussexroyal.com – se indica que la pareja dejará de percibir financiación procedente del llamado Sovereign Grant, que se nutre del dinero del contribuyente. Parte del coste de otras tareas oficiales que desempeña actualmente la pareja es financiada por el príncipe Carlos, padre de Guillermo y heredero a la Corona británica, mientras que otros gastos privados del matrimonio se sufragan con fondos del Ducado de Cornualles, del príncipe de Gales.
No obstante, el tema de la financiación genera interrogantes ya que, por ejemplo, los gastos de los viajes oficiales que realizan Harry y Meghan son cubiertos actualmente por el citado Sovereign Grant. En la web de la pareja se señala que esta lleva a cabo “con orgullo” visitas al extranjero en apoyo de la Reina, lo que hace pensar que seguirán desempeñando esas funciones representativas y financiándolas de esa misma fuente.
¿Desempeñarán puestos de trabajo remunerados en el futuro?
Según Sussexroyal.com, la pareja “valora la capacidad de ganar un ingreso profesional”, algo que prohíbe la estructura actual monárquica.
Aunque Harry trabajó en el pasado para el Ejército y Meghan era actriz, parece difícil que puedan combinar un empleo con su estatus real, dado que podría generar un conflicto de intereses.
La pareja ha adelantado que prevé lanzar su propia organización benéfica, SussexRoyal, que agrupará todos sus intereses.
¿Seguirán los contribuyentes británicos costeando las medidas de seguridad que precisan los Sussex?
Por el momento, todo seguirá como hasta ahora. En la mencionada web aluden al engranaje de seguridad armada proporcionado por la Policía Metropolitana de Londres, que ordena a su vez el Ministerio británico de Interior.
En esa página oficial se estipula que “el duque y la duquesa de Sussex están clasificados como personas protegidas a nivel internacional, lo que implica este nivel de seguridad”.
Ese tema plantea, no obstante, un problema, pues los miembros de la realeza “considerados no senior” – categoría a la que han elegido acogerse ahora los duques – no tendrían en principio derecho a gozar de esas medidas de seguridad asignadas a la realeza a tiempo completo.
En su conjunto, el coste de la seguridad que rodea a los miembros de la Casa Real británica se cifra en 100 millones de libras (unos 117 millones de euros) anuales.
¿Qué ocurrirá con esta cuestión si la pareja reside en Canadá?
Sin duda la situación plantearía el interrogante de si los canadienses han de contribuir a los costes para su seguridad o financiarles una residencia oficial.
¿Perderán Enrique y Meghan sus actuales títulos de “Sus Altezas Reales”?
En los comunicados divulgados hasta ahora no se hace mención a esa posibilidad, ni tampoco a que Enrique vaya a ser retirado de la línea sucesoria al trono británico.
En la práctica, ¿puede funcionar la combinación de trabajo a título privado con el desempeño de funciones reales?
La situación plantea cierta controversia, como ocurrió en 2002 con los Condes de Wessex, que tuvieron que renunciar a sus negocios privados para centrarse a tiempo completo en sus tareas reales, tras ser acusados de aprovecharse financieramente de su estatus real.
Actualmente, la prima de Enrique, Zara Tindall, gana sus propios ingresos, pero no desempeña funciones para la monarquía ni vive en residencias oficiales.
Fuente: EFE