Flores de Bach: cómo funcionan y qué pautas seguir para iniciar una terapia con ellas
Entre los tratamientos alejados de la medicina tradicional a los que muchas personas recurren para aliviar o mejorar su bienestar emocional y mental se encuentran las Flores de Bach, que deben su nombre al doctor inglés Edward Bach y tienen el poder de actuar tanto a nivel espiritual, personal y físico. Es sí, es importante utilizarlas bajo supervisión de un especialista y en una terapia diseñada exclusivamente para cada paciente, para así tener un proceso exitoso.
Bach estudió 38 flores diferentes a las cuales les asignó ciertas características o estados emocionales. Cada una es cultivada y cortada naturalmente y secada en un proceso llamado solarización. Luego se extrae la esencia, se almacena en cubas de madera para luego pasar a pequeños frascos o goteros.
Estas se dividen en 7 tipos de emociones: sensibilidad, incertidumbre, preocupación excesiva, miedo, tristeza, soledad y falta de interés. Según la especialista Cecilia Rodriguez La Rosa Pratt, “dentro de cada grupo tenemos distintas manifestaciones y niveles, existiendo la flor determinada para cada una de ellas. Cada flor nos puede ayudar a gestionar un estado emocional concreto, dentro de cada gran emoción, afección física o patrón conductual”.
Cómo debe ser el tratamiento
Gracias a su origen natural, las Flores de Bach son usadas para mejorar emociones y en casos de miedo, incertidumbre, dolor por la pérdida, desánimo; así como el insomnio, ansiedad, depresión, entre otros.
Rodriguez La Rosa explica que “lo primero que debemos hacer antes de utilizarlas es identificar correctamente nuestras emociones”, por ello es importante, “acudir a un especialista que te ayudará con el proceso de identificación, con un asesoramiento totalmente personalizado, y así elegir correctamente las flores más adecuadas para ti”. Esta identificación es muy importante, debido a que “hay flores muy parecidas y ese conocimiento y diferenciación es parte del manejo del especialista”.
Primero, el terapeuta se enfoca en conocer la situación personal del paciente y las sensaciones y emociones que quiere gestionar en este momento, realizando una serie de preguntas en torno a su estado de ánimo, sensaciones y pensamientos durante el día a día. Además, profundiza en el carácter y personalidad de la persona, pues “cada uno expresa y vive las emociones de diferente manera”.
Antes de terminar la consulta, le explicará qué flores ha escogido y el porqué de su elección, además preparará el remedio floral.
Cada paciente tendrá su mezcla personalizada, en la que pueden considerarse hasta 7 flores, y la forma de tomarlo será muy sencilla: utiliza 4 gotas del gotero de 30 ml en las bebidas diarias o directamente en la boca, mínimo 4 veces al día.
Los efectos se empiezan a sentir dependiendo de los estados emocionales que se intentan gestionar y la relación con ellos. “Si es algo puntual, podremos notar una reacción rápida después de tomar la flor, pero si tenemos algo más complejo o profundo tomará un poco más de tiempo”, agregó la especialista.