Enviado de ONU contra ébola: ''Empezamos a ver resultados''
El enviado especial de la ONU contra el ébola, David Nabarro, admite a DW que no será posible parar el virus antes de que acabe el año. “Cuando –-y solo cuando— el trabajo esté hecho podremos analizar nuestra actuación”.
Deutsche Welle: Dr. Nabarro, ¿cómo es la situación en este momento? ¿Peor, mejor o estable?
David Nabarro: Vemos que en algunas partes de la región la respuesta está empezando a tener impacto. E insisto: estamos empezando a ver resultados. En otras partes de la región, el brote sigue expandiéndose rápidamente. Es una situación muy desigual. Esto implica que debemos mantener la respuesta a un nivel muy alto hasta que veamos que todas las regiones comienzan a estar bajo control, y pasemos a una situación en la que la transmisión se detenga completamente, lo que creo que sucederá en algún momento durante el año que viene.
Hemos escuchado algunas historias de éxito, si es que podemos llamarlas así, en Nigeria, por ejemplo. Y al mismo tiempo hemos sido testigos de la primera víctima mortal en Mali. ¿Fue precipitado felicitar a Nigeria por convertirse en un país libre de ébola? No tenemos el virus bajo control, ¿verdad?
La zona afectada por el brote es enorme geográficamente hablando. Y tenemos que reconocer que, como sucede con cualquier otro brote, la situación va a ser desigual en lo que respecta a las zonas geográficas. Sí, Nigeria tuvo éxito y fue estupendo. Pero aún hay partes de Liberia en las que el brote sigue avanzando rápidamente, y lo mismo ocurre con Guinea y Sierra Leona. Este cuadro desigual es importante, porque significa que vamos por el buen camino. Aunque aún tenemos un largo trecho por recorrer.
Médicos sin Fronteras insiste en que aún quedan “vacíos críticos” en lo que al control y seguimiento del virus se refiere. ¿Dónde ve usted las prioridades?
Hay cuatro rasgos esenciales en esa respuesta. El primero, identificar los casos y sus contactos para saber quién está infectado y a quién debemos ayudar a permanecer bajo tratamiento. Así podremos poner bajo vigilancia a aquellas personas que están o han estado en contacto con los infectados. Segundo, asegurarnos de que el tratamiento es bueno para que aquellos afectados que reciban dicha asistencia tengan las mejores posibilidades de sobrevivir. Tercero, movilizar a las comunidades para que entiendan la enfermedad y sean capaces de actuar por sí mismos. Por último, es necesario que los entierros se hagan de una forma segura y digna, puesto que parece que el momento de la muerte es propicio para la propagación del virus. Hemos visto que cuando estos cuatro aspectos se implementan plenamente, la curva del brote desciende. Para que pase esto, es necesario que exista un personal nacional e internacional bien cualificado, con la característica adicional de que sean capaces de trabajar al mismo tiempo que se mantienen a salvo, lo que implica recibir un entrenamiento adecuado, contar con el equipamiento estipulado y la ayuda necesaria.
Pongamos que su pronóstico es correcto y logramos controlar el virus el año que viene. En ese momento, ¿estará la ONU dispuesta a hacerse responsable de los errores, ya sean percibidos, presuntos o reales? ¿Estarán dispuestos a revisar todo este asunto?
Creo que somos responsables ante los ciudadanos del mundo en cualquier momento. Me hago responsable ahora y seguiré haciéndome responsable en el futuro, al igual que el resto de personas que integran el sistema de Naciones Unidas.
Sí, pero podría decirse que no hemos aprendido de las crisis humanitarias sufridas en el pasado.
Cuando tenemos éxito, a menudo no es evidente para el mundo. Cuando las cosas no van tan bien, resulta dolorosamente evidente para todos. Es extremadamente raro que una enfermedad esté fuera de control y adquiera importancia pública. Esta vez tenemos un brote que ha sido mundialmente declarado como una emergencia para la salud pública. Lo que es una excepción. Por lo general, los brotes de este tipo de virus se atajan rápidamente. Y puedo ser muy claro: somos responsables de todo lo que hacemos. Me entusiasma el hecho de que se lleven a cabo investigaciones en cualquier momento, si es que tienen un motivo. Pero en este momento estoy centrado en poner este brote bajo control. Cada vez que alguien quiera investigar, me pondré a su disposición y haré lo posible por que lo haga de la forma correcta.
David Nabarro es un físico británico experto en salud pública, especialmente en el virus de la gripe. En septiembre de 2014, Nabarro fue nombrado enviado especial de la ONU ante el ébola para proporcionar dirección política y estratégica. En agosto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon le hizo coordinador superior del Sistema de Naciones Unidas ante el Ébola.
(Fuente: Deutsche Welle )