Debaten aislamiento a jóvenes en las cárceles de Estados Unidos
El reciente suicidio de un joven de 22 años ha reabierto el debate instaurado desde hace tiempo en Estados Unidos sobre las condiciones que viven en algunos centros penitenciarios los presos menores de 21 años, en especial, sobre medidas como la reclusión en aislamiento.
Kalief Browder de 22 años, entró en Rikers Island (Nueva York) a los 16 años a la espera de un juicio tras ser acusado de haber robado una mochila, y, según denunció, sufrió abusos de los trabajadores de la cárcel y de otros presos, por lo que trató de quitarse la vida en la cárcel en varias ocasiones, antes de que se desestimasen los cargos que pesaban en su contra.
Según datos de la asociación sin ánimo de lucro Childrens Defense Fund-NY, los jóvenes que son arrestados y recluidos en prisiones de adultos – algo que sigue ocurriendo a los menores de 21 años en Nueva York y Carolina del Norte – son más propensos a sufrir abusos físicos y emocionales, y tienen 36 veces más posibilidades de suicidarse.
Uno de los castigos más controvertidos a los que se enfrentó Browder fue el del aislamiento, que se practica en las cárceles de todos los estados de Estados Unidos y que, según las Naciones Unidas, debería ser prohibido porque es “contrario a la rehabilitación, el propósito del sistema penitenciario”.
Dos de los tres años que Browder pasó en la cárcel, hasta que salió en mayo de 2013 después de que se retiraran los cargos, los pasó en aislamiento.
“Las devastadoras condiciones a las que Kalief se enfrentó le hicieron mucho daño y al final contribuyeron a su trágica muerte”, dijo a Efe Scott Paltrowitz, de la Correctional Association of New York.
La ciudad de Nueva York acordó prohibir esta medida a partir de enero para los jóvenes de 21 años y menos, pero el castigo todavía está vigente en la mayoría de cárceles del estado y para muchos adultos en todo el país.
En 2011, el experto en tortura de la ONU ya advirtió que el aislamiento de más de 15 días debería ser prohibido de acuerdo con diversos estudios científicos que subrayan que muchos daños mentales irreversibles pueden ser causados tras unos días de aislamiento, una situación que sufren en total más de 80.000 presos en Estados Unidos.
Sin embargo, tal y como recordó Paltrowitz, “las personas de las cárceles de Nueva York están regularmente aisladas por 15 meses y hasta por más de 15 años”. El caso extremo se da en las prisiones especialmente diseñadas para el aislamiento de presos conflictivos, llamadas “supermax”.
Los daños psicológicos irreversibles son especialmente traumáticos en el caso de los adolescentes, según la directora ejecutiva de Citiziens Commitee for Children, Jennifer March, ya que “sus cerebros todavía se están desarrollando”.
“No es estar solo en tu habitación, sino que no tienes contacto con nadie en el exterior, poca luz… Es profundamente aislante y muy difícil de sobrellevar mentalmente. Sabemos que la gente joven encarcelada con adultos en aislamiento tiene índices muy altos de intentos de suicidio”, señaló en unas declaraciones a Efe.
March subrayó que en muchos casos los jóvenes son puestos en aislamiento como “una medida de seguridad para alejarlos de los adultos” y prevenir situaciones de violencia.
Los presos en aislamiento pasan 23 horas al día sin contacto humano y, según recuerdan los expertos, la mayoría de ellos entran por cuestiones no violentas, como “responder” a un guardia de seguridad.
Browder se ahorcó el pasado sábado en casa de sus padres después de haberse convertido, gracias a un artículo de The New Yorker en octubre de 2014, en una figura simbólica de la lucha contra las condiciones en Rikers Islands, la prisión más grande de Nueva York.
El testimonio que dio una vez en libertad produjo un fuerte impacto en la opinión pública y atrajo la atención de celebridades como el rapero Jay Z, la estrella televisiva Rosie O’Donnell y hasta el senador Rand Paul, uno de los aspirantes republicanos a la Casa Blanca.
(Fuente: EFE)