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No estaba muerto. Hace más de 35 años que se estrenó el Episodio VI de Star Wars, una película que marcaría el fin de una era con la trilogía original de la franquicia, sería recordada por una de las muertes más esperadas por los fans de la saga: Darth Vader tirando al vacío a Darth Sidious. No obstante, esta caída no significó su muerte.
En el primer tráiler mostrado del Episodio IX de Star Wars: The Rise of Skywalker, luego de numerosas escenas que emocionaron a más de uno, el avance terminó con una risa más que conocida por los veteranos de este universo. Al parecer, el Emperador Palpatine sigue con vida y aparecerá en la próxima película de Star Wars.
Para aquellos recién iniciados en esta franquicia, el nombre de Palpatine puede no tener un mayor significado, pero la realidad es que es uno de los más poderosos Sith de todos los tiempos. De hecho, fue él quien destruyó la Orden de los Jedi. En este artículo haremos un repaso por su historia oficial, listada por la misma página de Star Wars incluyendo películas y series animadas.
Historia del Emperador Palpatine, Darth Sidious
Darth Sidious es el mal encarnado. Palpatine fue un senador de Naboo que poco a poco fue manipulando el sistema político de la República Galáctica hasta que finalmente se coronó como el Supremo Canciller. Eventualmente, él se convertiría en el Emperador, manejando la galaxia a su antojo a través del miedo y la tiranía.
Y es que secretamente vivía también como un Lord Sith. Muy poco se sabe sobre cómo logró mantener su fachada de Canciller y Emperador al mismo tiempo que comandaba las fuerzas de los Sith para sus planes. Aquí haremos un pequeño repaso de su historia, tanto como Palpatine como Darth Sidious.
EL EMPERADOR PALPATINE
Poco se sabe sobre la vida temprana de Palpatine más allá de sus orígenes en Naboo y su posterior entrenamiento con Darth Plagueis. Como la Orden de los Sith existía bajo absoluto secreto, Palpatine mantuvo su vida pública separada de su rol como Darth Sidious. Él utilizó su influencia como Sith para avanzar en su ambiciosa carrera política sin ninguna sospecha
Por un tiempo, Palpatine se convirtió en el representante de su planeta natal como un senador de la República y sirvió como un consejero de la Reina Padmé Amidala, la joven gobernante de Naboo. Ella le pidió ayuda cuando su planeta fue invadido por la Trade Federation, un acto que realizó Darth Sidious en secreto.
Luego de que Padmé escapó de de Coruscant, Palpatine le recomendó que pida con urgencia un liderazgo más fuerte para evitar futuras tragedias como la de Naboo. Padmé llamó a un Voto de No Confianza en el liderazgo del Supremo Canciller Valorum.
Emocionado porque Padmé creó un vacío de poder en lo más alto del poder, Palpatine reunió a un grupo de políticos simpatizantes para su apoyo. Él sabía que el ataque en Naboo lo llenaría de simpatía con el público. Mientras que Padmé y los Caballeros Jedi Qui-Gon Jinn y Obi-Wan Kenobi regresaron a Naboo para pelear con los androides invasores, el Senado votó para que Palpatine ascienda a Supremo Canciller.
Una vez que Naboo se liberó, el Canciller Palpatine regresó a su tierra natal para felicitar a Padmé en su victoria. Él conoció entonces a Anakin Skywalker, el niño poderoso en la Fuerza, quien formó parte clave de la victoria. Habiendo perdido a su aprendiz Sith Darth Maul en la batalla, Palpatine decidió mantener un ojo en Anakin. Felicitó al niño por primera vez y le prometió mirar su carrera de cerca “con gran interés”.
Durante la siguiente década, *Palpatine*creció más seguro en su poder. En su paso como Canciller contrató a leales ayudas como Mas Amedda y transformó a los miembros de la Guardia del Senado en guardaespaldas con armaduras rojas. Conforme su segundo mandato llegaba a su fin, decidió quedarse en la oficina para resolver el problema del Conde Dooku y su nuevo Movimiento Separatista.
El Canciller Palpatine mantuvo las apariencias conforme la guerra se iba acercando. Él aclamó que quería paz e incluso invitó a los demás senadores como Padmé Amidala y Bail Organa para nombrarlas como miembros de su Leal Comité.
Palpatine mantuvo regulares encuentros con Yoda, Mace Windu y otros Jedi de alto rango, e incluso el Gran Maestro de los Jedi falló en sentir al malvado Sith Lord que se escondía detrás del político bien intencionado.Obi-Wan Kenobi descubrió un ejército de clones en Kamino, uno que Palpatine había puesto en movimiento en secreto hace años. Al mismo tiempo, la revelación de la batalla de la fábrica de androides del Conde Dooku en Geonosis dejó a la República con pocas opciones más que pelear de regreso. En un tenso encuentro en la oficina del Canciller, Bail Organa y otros accedieron a usar la armada de los clones contra los Separatistas antes de que crezca demasiado su poder.
El representante Jar Jar Binks accedió a presentar esta moción ante el Senado que le otorgara a Palpatine los poderes de emergencia, y dejarlo usar el ejército de los clones en el campo de batalla. El Senado, abrumado por el ataque del Conde Dooku a la República, aceptó. Palpatine agradeció la confianza y aseguró que las fuerza se rendiría tan pronto la amenaza haya terminado.
Pero por supuesto él no tenía esas intenciones, y ahora podía redirigir la guerra galáctica a cualquiera que se opusiera a él. El Senado celebró y Palpatine anunció la creación del Primer Gran Ejército de la República. Masivas olas de tropas de la República marcharon entonces para luchar contra los androides de los Separatistas en la Guerra de los Clones, y Palpatine se preparó para ganar los poderes que lo convirtieron efectivamente en un dictador.
La Guerra de los Clones requirió un cuidadoso manejo para que ni la República ni los Separatistas ganaran mucho poder momentáneo durante sus primeras fases. Palpatine mantuvo su acto, comandando a Dooku y el General Grievous como Darth Sidious mientras preparaba la estrategia de guerra de la República con el Conejo Jedi en la oficina del Supremo Canciller. La República pagó caro por la guerra, incluso las victorias vinieron acompañadas de una gran pérdida de vidas.
Un conflicto mayor nació cuando agentes Separatistas raptaron a la sobrina de Jabba the Hut. Se creía que la República estaba detrás del crimen, y Jabba amenazó con cortar el acceso a Hutt a las líneas del hiperespacio. Anakin Skywalker y Ahsoka Tano rescataron a Rotta, y expusieron al Conde Dooku como el culpable de todo. Palpatine expresó su gratitud a los dos Jedi por su ayuda, y la República permaneció en buenos términos con los carteles de Hutt.
Conforme la guerra progresaba, el Canciller Palpatine tomó cada oportunidad que pudo para ayudar a Anakin Skywalker. Él reconoció que Anakin tenía mucho potencial en la Fuerza, por lo que podría convertirlo en un poderoso aprendiz de Sith. Palpatine entonces asumió su rol como el mentor y figura de padre de Anakin.
En Malastre, la lucha de los Separatistas y la República accidentalmente despertó a la legendaria Bestia de Zillo. Palpatine dio su consentimiento a la sugerencia de Anakin Skywalker de dormir a la criatura y llevarla fuera del mundo, creyendo que el científico de la República Sionver Boll podría descubrir sus biológicos secretos en su laboratorio de Coruscant.
No obstante, la Bestia de Zillo escapó del cautiverio luego de que Palpatine ordenara su muerte. La misma atrapa al Canciller con Padmé, Anakin y los droides R2-D2 y C-3PO. Palpatine escapa gracias a la ayuda de R2-D2 y la bestia finalmente fallece luego de ser golpeada con bombas tóxicas. El Canciller ordena la clonación de la criatura muerta para su posterior estudio para el Doctor Sionver Boll.
En Mandalore, Death Watch amenazó a los ciudadanos y Palpatine encontró la oportunidad perfecta para que la República tome un rol activo en el conflicto. Él mostró una grabación holográfica del Senado pidiendo que la República intervenga en Mandalore para detener a Death Watch. La Duqeusa Satine Kryze se dio cuenta que esta grabación era mentira, y trabajó con Padmé Amidala para descubrir el mensaje original. El Senado canceló la invasión avergonzando públicamente a Palpatine.
Cuando Cad Bane realizó un golpe al edificio del Senado, él secuestró a un grupo de los senadores y demandó que Palpatine libere a Ziro the Hutt de la prisión a cambio de la vida de los rehenes. Él aceptó las demandas del cazarecompenzas.
Casi al final de la guerra, Darth Sidious coordinó con el General Grievous a lanzar un masivo asalto a la capital, utilizando el caos como cubierta para que Grievous pueda llegar a la superficie y capturar al Canciller Palpatine como prisionero de guerra. Palpatine esperó su rescate a bordo de la nave de Grievous. Anakin Skywalker y Obi-Wan Kenobi penetraron a las fuerzas Separatistas y abordaron la nave, abriéndose camino a golpes hacia donde se encontraba Palpatine.
Cuando el Conde Dooku los interceptó, él perdió ambas manos por el contra-ataque de Anakin. En ese momento, él escuchó como Palpatine incitó al joven Jedi a tomar su vida, para finalmente ser asesinado por Anakin, haciendo lo que el Canciller pedía, tomando otro paso hacia el lado oscuro de la fuerza.
Luego de liberar a Palpatine, Anakin y Obi-Wan intentaron escapar en una nave dañada al mismo tiempo que el General Grievous intentó cortarles el camino. Sin embargo, las naves de guerra de la República los ayudaron dañando la nave principal de Grievous, obligándolo a que escape. Anakin logra un aterrizaje de emergencia en la superficie de Coruscant, por los daños a la nave.
Cuando se recuperó de esa aventura, Palpatine llevó a Anakin a la opera de Coruscant como su invitado. Él habló sobre el progreso de la guerra y sobre su reciente participación del Consejo Jedi. Anakin ha estado sufriendo pesadillas sobre perder a su amor Padmé, y mostró interés de la historia de Palpatine sobre su maestro Sith, Darth Plagueis.
Palpatine cuidadosamente camufló la historia como una “vieja leyenda Sith”, pero la revelación de que los poderes oscuros podían prevenir la muerte de un ser querido abrió la mente de Anakin a la posibilidad de desobedecer la Orden Jedi para perseguir el conocimiento prohibido y salvar a sus seres queridos.
Más tarde, Anakin visitó al Canciller en sus oficinas y la verdad salió a la luz. Palpatine admitió que poseía el poder del Lado Oscur*o, y *Anakin se dio cuenta de que el Canciller era la siniestra mente maestra que los Jedi han estado cazando desde el inicio de la Guerra de los Clones. Paralizado por la revelación, Anakin regresó al Templo Jedi para informárselo a Mace Windu.
Windu le dijo que se quede en el Templo mientras él hacía pagar al Canciller por sus crímenes. Mace Windu llega a las oficinas de Palpatine y anuncia su arresto. Palpatine entonces alega que el Senado será quien determine su destino, y con el grito de “Yo soy el Senado” extiende su mano y desenfunda su rojo sable laser.
Antes que los Jedi si quiera puedan reaccionar, Palpatine se adelanta y mata a todos menos a Mace Windu. Anakin, atormentado por la posibilidad de no salvar a Padmé ahora que Windu está buscando asesinarlo, él viaja a la oficina del Canciller y sus sospechas se confirman al ver que Mace Windu apunta al corazón de Palpatine.
Como última defensa, Palpatine utiliza sus rayos de la Fuerza contra Windu, pero este refleja sus poderes con su propio sable. La energía hace que la piel de Palpatine se derrita, dejando su rostro como algo monstruoso. Conociendo el destino del Canciller, Anakin interfiere y cercena la mano de Windu. Palpatine entonces aprovecha su oportunidad para electrocutarlo nuevamente y lanzarlo por la ventana hasta su muerte.
Entonces, con su desfigurado rostro oculto por una capucha, él llega al Senado y clama que había sobrevivido un intento de asesinato Jedi. Anuncia entonces la traición y conspiración de los Jedi, la victoria de la Guerra de los Clones y proclama el primer triunfo del Imperio Galáctico, con él como su líder.
El Senado respondió a esto con aplausos y vítores, mostrando su agradecimiento con Palpatine por terminar la guerra. Solo Bail Organa y Padmé Amidala atinaron a decir que “así es como la democracia muere, con un estruendoso aplaudo”. Ahora poseyendo el máximo poder posible, Palpatine ya no necesita mantener dos identidades. Fuera de su título público como el Emperador Palpatine, fue Darth Sidious en pensamiento y acción desde ese momento hacia adelante.
DARTH SIDIOUS
Pocos conocen cómo Palpatine llegó a ser el aprendiz del Lord Sith Darth Plagueis. Él mantuvo por mucho tiempo su secreta identidad como un Lord Sith. Al mismo tiempo que él crecía en sus poderes oscuros, Sidious encontró fácil avanzar su carrera como Palpatine, el inocente político de Naboo. A su tiempo, Sidious adquirió su propio aprendiz Darth Maul, y asesinó a su maestro Darth Plagueis.
Apareciendo como una misteriosa figura encapuchada, Darth Sidious contactó con los seres más poderosos de la galaxia y los convenció de hacer lo que él quería con promesas y amenazas. Fue así como Nute Gunray siguió las instrucciones de Sidious y bloqueó a Naboo, acto que mostró que el actual Canciller de la República se vea débil. Sidious ordenó también que la Trade Federation invada el planeta con una armada de androides.
Naboo cayó rápidamente, pero Padmé Amidala, la joven princesa del planeta, escapó con la ayuda de Quin-Gon Jinn y Obi-Wan Kenobi. Sabiendo que ese era el momento preciso para que su aprendiz sea liberado, Darth Sidious le ordena a Darth Maul que intercepte a la reina y sus protectores.
Darth Sidious también ordena a Nute Gunray que elimina al ejército de la oposición de la reina, pero el joven niño llamado Anakin Skywalker destruyó la Nave de Control Androide y deshabilitó a los androides de batalla de la Trade Federation. Más allá de su evidente retroceso, el gran progreso lo tomó Palpatine para su elección como Supremo Canciller.
Palpatine se convirtió en la nueva cara de la República. Como Sidious, él puso otros planes detrás de la vista de todo el mundo, incluyendo la creación del ejército de clones en Akmino y el reclutamiento del Jedi Conde Dooku a los rangos de los Sith. Luego de darle el título de Darth Tyranus, Sisioud le ordenó que creara el movimiento Separatista para amenazar con la seguridad de la Galaxia.
Ahora que Sidious controlaba ambos lados de la Guerra de los Clones, él aún necesitaba tener control del flujo de información. Cuando Nute Gunray fue capturado por la República, él amenazó con exponer la verdad sobre Sidious. El Conde Dooku junto a Asajj Ventress liberó a Gunray antes de que revele demasiado, dejando a la República con solo mensajes encriptados de que un poderoso villano movía las cuerdas de la guerra.
Sidious entonces utilizó todo lo que tenía para conseguir sus objetivos, hasta contrató al cazador de recompensas Cad Bane para secuestrar a jóvenes sensibles a la Fuerza para que puedan ser entrenados por él y que sirvan como sus espías. Los Caballeros Jedi impidieron esto último, pero la guerra continuó con Darth Sidious en ventaja.
Cuando Asajj Ventress se convirtió es una responsabilidad más a los ojos de Sidious, él ordenó al Conde Dooku a eliminarla. La asesina del Lado Oscuro sobrevivió y escapó con su propia gente, las Nightsisters de Dathomir. Sus acciones pusieron en marcha la creación del guerrero Savage Opress quien se convertiría en una herramienta más de los Sith.
Con la Guerra de los Clones llegando a su final, Darth Sidious organizó un golpe masivo de los Separatistas a Coruscant. El General Grievous secuestró al Canciller Palpatine, lo que llevó a que Anakin asesinara al Conde Dooku a pedido de Palpatine, algo que había planeado el Canciller desde el principio. Sin embargo, al revelarle la verdad a Anakin, el joven Jedi le informó al Maestro Mace Windu sobre esta impactante noticia.
Mace Windu entonces llevó a otros Maestros Jedi con él para enfrentar a Darth Sidious y arrestarlo. Lastimosamente, el Lord Sith no se quedó con los brazos cruzados, y eliminó a los otros Maestros Jedi antes de que puedan reaccionar. La pelea de Windu y Sidious se extendió hasta que Mace lo acorraló. Entonces, el Lord Sith utilizó una serie de rayos de la Fuerza, pero con su sable de luz Windu le regresó su poder, desfigurándolo en el proceso.
Anakin, temeroso de no poder salvar a Padmé si el Canciller Palpatine moría, cortó la mano de Windu y salvó al Lord Sith, dándole a Sidious la oportunidad de lanzar a Windu por la ventana con la ayuda de sus rayos de Fuerza. Reconociendo que ya no podría escapar del oscuro camino que había elegido, Anakin siguió a Darth Sidious para servirlo. Más adelante él sería rebautizado como Darth Vader, Lord de los Sith.
Sidious, con su cara desfigurada por su pelea con Mace Windu, apareció ante el Senado de la República y se proclamó a sí mismo Emperador. El Maestro Yoda hizo un último esfuerzo de detenerlo, pero Darth Sidious superó a Yoda con su destructiva energía del Lado Oscuro.
Luego, Darth Sidious viajó a Mustafar para recuperar a su aprendiz, quien había perdido un duelo contra Obi-Wan Kenobi. Vader se encontraba al costado de un río de lava, apenas vivo con sus miembros cercenados y sus pulmones apenas funcionando. Sidious lo llevó de regreso a Coruscant, donde los androides cirujanos del Imperio lo trataron agregando un sistema de soporte de vida cibernético junto a un traje oscuro.
Sidious sabía que el cuerpo roto de Vader lo haría más débil que antes, pero probó la conexión de su aprendiz con el Lado Oscuro al revelarle la verdad de lo que causó la muerte de Padmé. La propia ira de Darth Vader y sus sentimientos negativos hicieron claro que aún poseía un gran poder.
En las siguientes dos décadas, Darth Sidious transformó la galaxia en su Imperio, eliminando a sus rivales sin piedad. De esta manera, casi todos los planetas se rindieron bajo el poder del Imperio, e incluso él desarrolló un plan para que el Movimiento Free Ryloth salga de su escondite, uniéndose a Darth Vader luego para decimar el poder de los enemigos del Imperio.
Después de eso, los grupos opositores de Palpatine coalicionarían finalmente para crear la Alianza Rebelde, la misma que destruyó el arma más poderosa de Darth Sidious, la Estrella de la Muerte.
En Endor, el Imperio estaba a punto de completar una segunda Estrella de la Muerte para reemplazar la que fue destruida en Yavin. EL Emperador llegó a la estación de batalla para revisar la fase final de su construcción, además de servir como carnada para eliminar de una vez para todos con la Alianza Rebelde.
El Emperador entonces se mantuvo como residente del cuarto de control de la Estrella de la Muerte atendido por sus consejeros y la leal Guardia Royal Roja. Cuando Vader expresó su preocupación por los movimientos de los rebeldes, el Emperador le aseguró que la situación estaba bajo control.
Luke Skywalker pronto se rindió a la custodia Imperial. El Emperador le mostró al joven Jedi el trono de la Estrella de la Muerte y lo liberó de sus cadenas. Él no quería matarlo, sino que buscaba convertirlo al Lado Oscuro, lanzando diversos ataques verbales para convencerlo.
Sidious entonces revela que tenía todo controlado sobre el ataque de los rebeldes, poniendo a sus mejores hombres contra el equipo que estaba causando problemas dentro del generador de escudo de la Estrella de la Muerte. Cuando la Alianza llegó, los Destructores Imperiales comenzaron un sorpresivo ataque. El Emperador entonces usó su mayor carta dándoles la orden a los tiradores de la Estrella de la Muerte que disparen el superlaser. Palpatine entonces vio como las naves rebeldes explotaban una a una.
La presión fue demasiada para Luke. Él se dejó llevar por su ira y atacó al Emperador, pero Darth Vader interceptó su ataque con su espada laser. Ambos inician una lucha mientras el Emperador los observa con una sonrisa.
A pesar de su previsión, el Emperador juzgó mal a la descendencia de Anakin Skywalker. Luke logra vencer a Vader, pero controla sus emociones y lanza su arma a un lado. “Ha fallado, su eminencia” le dice al Emperador, “Soy un Jedi, como mi padre antes que yo”. Sabiendo que no ganaría nada ese día, Sidious lanza una serie de rayos de Fuerza a Luke.
El joven Jedi se retuerce en dolor en el suelo, rogándole a su padre que lo ayude. Al ver la agonía de su hijo, Anakin Skywalker resurge por encima de Vader, levantando a su maestro y lanzándolo al reactor de la Estrella de la Muerte, al mismo tiempo que los rayos afectaban su traje de respiración.
Los Rebeldes entonces celebrarían su victoria en la luna de Endor. Por su lado Coruscant también se levantaría para celebrar la muerte del Emperador, aunque por lo visto en el último tráiler de Star Wars Episodio IX The Rise of Skywalker, él sobrevivió de alguna manera hasta los nuevos días.
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