Patricia Velásquez. (Foto: EFE)

Patricia Velásquez. (Foto: EFE)

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En una vida marcada por sus problemas de identidad racial y sexual, de abusos de drogas y escarceos con la prostitución, la modelo y actriz venezolana Patricia Velásquez revela en un libro autobiográfico sus dificultades para “aceptarse a sí misma”.

Como queda patente en el libro “Sin tacones. Sin reserva. Diario de una supermodelo en búsqueda de su verdad”, no ha sido un camino fácil para una mujer que durante décadas ocultó su homosexualidad al mundo y a una comunidad latina que generalmente estigmatiza a este colectivo.

Pero la necesidad de reconocer ante todos su orientación sexual finalmente pesó más que su temor al juicio ajeno y por ello se animó a publicar este libro, versión en español del libro “Straight Walk” que saldrá a la venta el 29 de abril en la Feria del Libro de Colombia.

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Fue, de hecho, durante el rodaje en 2012 de la película de Fina Torres “Liz en septiembre” (sin estrenar), en la que da vida a una lesbiana con una enfermedad terminal, que Velásquez se dio cuenta de que necesitaba salir de su encierro voluntario.

“Hay que armarse de valor y ponerlo todo ahí, porque tienes que meterte en esas vivencias otra vez y sufrirlas (en la película)”, dijo la artista en entrevista con Efe en Los Ángeles (EEUU).

Por ello, agregó, uno de los objetivos de su libro es “animar a las familias hispanas a que apoyen a sus hijos” bien sean homosexuales o transgénero.

De padre mestizo y madre indígena, las raíces de la modelo también han pesado mucho en su vida y, de pequeña, para evitar enfrentarse al estigma social de ser una “indígena pobre”, le decía a sus compañeros de la escuela que era mexicana y copiaba el acento de ese país.

Pero gracias a esos ojos rasgados y su herencia wayúu, Velásquez se convirtió en la primera supermodelo latina y en la primera hispana en aparecer en la portada de la revista CoverGirl en Estados Unidos.

“Sin querer presumir, pero personas como yo, que somos indígenas, que estamos haciendo buen trabajo, que nos va bien, debemos hacer sentir orgullosos no solamente a los latinos, sobre todo a nuestras poblaciones indígenas”, aseguró la actriz.

La venezolana también ha utilizado su éxito profesional para generar conciencia social sobre la situación de pobreza que viven las poblaciones wayúu de Venezuela y Colombia, y que su familia también sufrió.

Pero, ante todo, su mayor deseo siempre fue “ayudar a poner comida en la mesa” de su familia. Su afán de solucionar esta situación precaria llevó a una Velásquez de 17 años a prostituirse y usó el sexo como moneda de cambio para financiar su participación en Miss Venezuela y lanzar su carrera como modelo.

“Me equivoqué muchas veces con mis decisiones”, reconoció la artista y matiza: “Ayudar (a otros) es lo que me ha llevado a través de todas mis caídas”.

Una de las etapas “más duras” para la actriz de “The Mummy” (1999) fue su relación con la cocaína durante la época que vivió en España. El consumo de drogas y las continuas salidas nocturnas le hicieron desperdiciar una de las mejores oportunidades de su prometedora carrera: ser portada de la prestigiosa revista Telva.

“Necesitaba mostrarle a todos los jóvenes que leyeran el libro cómo uno pierde el camino cuando te metes en las drogas”, aseveró Velásquez. “Eso te saca de tu cauce”, agregó.

Tras dejar las drogas y enderezar su camino, se mudó a Francia y firmó un contrato con una importante agencia de modelos.

Poco después, cambiaría el Viejo Continente por Nueva York, donde consolidaría su carrera internacional desfilando en las principales pasarelas internacionales y haciendo sus incursiones en el mundo de la interpretación, donde ha tenido apariciones especiales en las series de televisión “CSI: Miami” y “Arrested Development” (2004).

(Fuente: EFE)