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Pep Guardiola, el hombre que dirigió el mejor Barcelona de la historia, que un día fue recogepelotas en el Camp Nou y otro ayudó a levantar la primera Copa de Europa de los azulgranas, volverá al estadio barcelonés el próximo 6 de mayo, esta vez en un papel nuevo para él: ocupando el banquillo del equipo rival.
Lo quiera o no, Guardiola será el centro del debate en una eliminatoria morbosa, con el Bayern de Múnich que ahora entrena y el Barcelona, el club de su vida, del cual es socio y donde mantiene un abono de asiento en el Camp Nou.
El Barcelona contra el Bayern de Múnich, el gran Barça de la historia frente a Pep Guardiola, el entrenador que lo guió, historias cruzadas en los banquillos y sobre el campo, de amistades y de relaciones familiares, todo ello en una semifinal que será algo más que eso.
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Dos equipos históricos se medirán en una eliminatoria que marcará el destino. Será el regreso al Camp Nou del “mejor entrenador de la historia del Barça” como ha definido hoy Luis Enrique a Pep Guardiola, el duelo de dos amigos en los banquillos y de dos estilos de juego.
También será la primera vez que el gran Barça de Messi, Iniesta, Piqué, Busquets o Xavi se midan al entrenador que les hizo concebir el fútbol desde otra dimensión; y una ocasión para que los azulgranas se quiten el estigma del último enfrentamiento entre ambos equipos, resuelto contundentemente a favor del equipo bávaro con un 0-7 global.
Y hasta que el 6 de mayo, el balón empiece a deslizarse por el Camp Nou, ríos de tinta, horas en programas de radio y en televisión llenarán el vacío a la espera de que el talento de los jugadores deshaga el enigma.
Pero la eliminatoria también tiene muchas otras significaciones más allá de las deportivas. Será el momento de recordar la salida de Guardiola del club y su relación con la actual directiva o la marcha de Thiago Alcántara, después de una operación en la que el Barcelona dejó escapar a una de las perlas con mayor proyección que tenía.
Más allá de todo esto, será el enfrentamiento entre dos estilos. La posibilidad de activar una máquina del tiempo y que se produzca un enfrentamiento imposible entre el Barcelona del pasado, al que se asemeja ahora el Bayern con su fútbol, y el actual Barça, un equipo directo, más al estilo del histórico fútbol alemán.
Luis Enrique y Guardiola, rivales y amigos; Thiago y Rafinha Alcántara, hermanos y repartidos entre los dos equipos; dos equipos que buscarán la final de Berlín, jugar otra final de la Champions, algo que se les ha escapado, por un motivo u otro, en los últimos años.
Si para Guardiola será un enfrentamiento especial, también puede serlo para Luis Enrique. El asturiano, comparado desde el primer minuto que se sentó en el banquillo con Pep, se encuentra ante su gran oportunidad, es su hora.
Pasar la eliminatoria sería algo más para él, una manera de reivindicar ese fútbol directo al que juega ahora al Barcelona y que el barcelonismo, o una parte de él, no considera como un heredero fiel del equipo de Cruyff ni tampoco del de Guardiola, pero al final los números y los títulos son los que marcarán su futuro.
Barcelona y Bayern se han medido en ocho ocasiones en competiciones europeas desde 1996, la última en las semifinales de la temporada 2012-13, que se solventó por un contundente 0-7 a favor de los de Jupp Heynckes.
También se midieron en las semifinales de la Copa de la UEFA de la campaña 1995-96. En la ida empataron a dos, en la vuelta ganaron los alemanes en el Camp Nou (1-2). En la fase de grupos de la Champions, el Bayern se llevó la victoria por 1-2 en la temporada 1998-99.
El último precedente favorable al Barça se produjo en 2009. En los cuartos de final, los de Pep Guardiola ganaron por 4-0 en la ida. Aquel año, los azulgrana levantaron la Liga de Campeones.
(Fuente: Francisco Ávila/EFE)