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A sus 104 años de edad, un anciano en Estados Unidos (USA) parece atravesar por una segunda (o quizás tercera) juventud a lado de su novia, 10 años menor que él. Harold Nelson pasa sus días pescando como lo hace desde que tenía 8 años, curiosamente más tiempo del que tiene con vida su pareja. ¿Cuál es su secreto ? Descúbranlo en la siguiente nota.
Nelson, que vive en Colorado, sirvió en el tercer escuadrón de infantería durante la Segunda Guerra Mundial bajo las órdenes del mítico general General George S. Patton. A través del conflicto bélico, le dispararon cuatro veces pero logró sobrevivir. “Todavía no me mato pescando”, bromea el anciano, desatando las risas de su “chica” Jeanne Gold.
Esta adorable pareja se conoció en el bus durante un viaje a un casino hace casi una década y han estado juntos desde entonces. Con casi 200 años de experiencia de vida entre ambos, Harold y Jeanne pasan la mayor parte del tiempo pescando y riendo como si fueran un par de muchachos, enamorados perdidamente uno del otro.
Pese a su avanzada edad, Harold todavía tiene su licencia para conducir y pescar, esta última que recibió hace unas semanas en la Oficina de Parques y Vida Silvestre de Colorado. La mujer detrás del mostrador no pudo evitar notar sus medallas de la Segunda Guerra Mundial pero el veterano cree que le hizo un comentario sobre su edad, informó la televisora 9News.
“No pude escuchar lo que me dijo. Quizás dijo que era demasiado viejo para pescar”, ironizó el anciano antes de comenzar con su faena en el río Loup, el cual visita religiosamente desde hace 96 años. Pero en la última década ya no lo hace solo sino acompañado de Jeanne, que no para de reír con todas sus ocurrencias y se ve que la pasan bien juntos.
Si bien conocen un par de cosas sobre cómo pasar el tiempo, esta experimentada pareja sabe que la paciencia es clave y más cuando se trata de pescar. Su estrategia quizás no los hace atrapar grandes especímenes pero sí tiene sus beneficios. “¿Sabes qué es lo que te mantiene joven? Ser feliz”, reflexiona Jeanne mientras sostiene la mano de su ser amado.