El chicle arrojado en las calles de los Países Bajos puede llegar a pesar 1 millón y medio de kilos cada año, según explica el v
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El encontrar chicle o goma de mascar en las calles ha pasado a ser algo común y corriente al salir de casa; sin embargo, se ha convertido también en un serio problema para algunas ciudades pues resultan 10 veces más difíciles y caros de eliminar.
El hecho puede llegar a considerarse como algo insustancial o no dependiendo de su localidad, pero las urbes holandeses han decidido dar un primer paso con una original y muy atractiva propuesta compartida en YouTube.
Jolande Penninks, una ciudadana holandesa que ha fundado una organización llamada Gumbudy, ha empezado a instalar tableros en distintos puntos de Ámsterdam buscando limpiar las calles. Para esto, los ha colocado en lugares concurridos como centros comerciales o estaciones de trenes.
La pregunta aquí es bastante obvia: ¿qué puede hacer una ciudad con los miles de kilogramos de chicle recolectados? El video de YouTube responde la interrogante presentando al Gumshoe, el primer calzado del planeta hecho a base de chicles recogidos de la calle y que lleva un mapa de la ciudad en la suela.
Para desarrollarlo, Gumbudy se unió a cuatro entusiastas profesionales jubilados, quienes crearon esta iniciativa utilizando sus conocimientos especializados y su creatividad para ayudar, de paso, al problema ambiental que el chicle representa.
La iniciativa, además de contar con el apoyo de los municipios del área metropolitana de Ámsterdam, colabora con la limpieza de las calles al mismo tiempo que aumenta su atractivo.
“Nuestro compromiso diario es brindar a la gente buenas condiciones de vida, trabajo y ocio en la capital de Holanda”, dijo Mustafa Tanriverdi, del Área Metropolitana de Ámsterdam.
Mira a continuación el video del proyecto compartido en YouTube:
