Un perro que sufre de un síndrome similar al de las “cabras que se desmayan” conquista al Internet con su particular forma de vivir la vida. (Foto: @petrifiedpete en Instagram)
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‘Peter’ es un perro de raza Cocker Spaniel del Reino Unido con una condición muy especial ya que cuando se emociona, se paraliza y cae de espalda. Esta parálisis temporal es similar a la de las cabras miotónicas, conocidas en el Internet como las “cabras que se desmayan”.
En un video compartido por la página UNILAD en Facebook, se aprecia el momento en el que la mascota de un año de edad sufre uno de estos ataques cuando pasea en el parque con sus dueños. A medida que empieza a alegrarse, empieza a temblar y se desploma.
Emma Clayton y su esposo aseguraron que ‘Peter’ – o ‘Pete El Petrificado’ como le dicen de cariño – es feliz y se encuentra en perfecto estado de salud, pero los veterinarios no tienen idea de qué es lo que causa esta extraña reacción.
“Entre los posibles diagnósticos mencionaron cataplexia, narcolepsia y hasta que podría tratarse de algo neurológico”, precisó su propietaria. “Pero hasta que hagamos algunas pruebas y lo vea a un especialista, no lo sabremos con exactitud”, agregó.
Las cosas que activan los ataques de ‘Peter’ incluyen disfrutar demasiado sus caminatas, las texturas en el suelo como el pavimento y los patos. “Especialmente cuando persigue aves, el estar tan cerca de atraparlas es demasiado para él y simplemente se cae”, relató.
El síndrome de las “cabras que se desmayan” es propio de una raza especial de animales de granja en Tennessee, en Estados Unidos, y consiste en el endurecimiento repentino de los músculos como reacción al miedo, muchas veces visto como algo cómico.
Sin embargo, también puede ser encontrado en perros y humanos pero no es tan común. En el caso de ‘Peter’, la mascota podría padecer de síncope, término clínico para los desmayos que es más visto en perros ancianos y canes de raza Cocker Spaniel, Pug, Dachshund y Boxer.
Sea lo que fuera que padezca, a ‘Peter’ parece no importarle mucho ya que cada vez que se cae, su cola no deja de moverse e igual sigue adorando la vida como si nada hubiera pasado. “Él continúa haciendo lo suyo”, recalca Emma.
“Algunas personas se mostraron horrorizadas de que esto le pase. Yo los entiendo, creo que muchos creen que quizás tenga convulsiones y esté en peligro inminente, pero otros simplemente se ríen al ver que nosotros lo hacemos, estamos acostumbrados a ello”, dijo.
