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Cindy Biddle, una profesora británica de 42 años, se vio obligada a someterse a una operación para extirpar parte de su nariz. ¿La razón? Sus médicos detectaron que, lo que en principio parecía una pequeña herida nasal, era en realidad consecuencia del cáncer de piel que había estado creciendo dentro de ella desde hace bastante tiempo.
Según The Mirror, todo empezó cuando la educadora llegó hasta su médico quejándose por una pequeña molestia en una de sus fosas nasales. Ante esto, el galeno optó por recomendarle una crema antibiótica para tratarse y evitar posibles infecciones derivadas.
Sin embargo, Biddle empezó a sufrir una fuerte migraña poco tiempo después de seguir las recomendaciones del doctor. Esto la obligó a regresar al hospital, en donde la sorprenderían con una terrible noticia.
Y es que tras derivarla con un especialista, la mujer se enteró que la herida en su fosa nasal era en realidad consecuencia de un tumor maligno.
“Me dijeron que el cáncer probablemente había estado creciendo por décadas, posiblemente desde que tenía 12 años”, explicó.
Es así que, bastante decidida, la profesora decidió someterse a una operación con la que pudo neutralizar el peligro del carcinoma de células basales; no obstante, fue necesario extirparle una sección de la fosa nasal y reconstruirle luego la nariz con piel de su frente.
La reconstrucción fue bastante complicada pues tuvo como secuelas una gran inflamación y heridas bastante visibles. “Eran bastante chocantes, aunque no había forma de ocultarlas”, dijo Biddle.
La mujer mencionó que si alguna persona le hacía “una mirada indebida”, no lo dudaba a la hora de hablar con ella directamente.
Hubo una ocasión, por ejemplo, en la que encaró a un grupo de chicos que andaba detrás de ella y que se rió de su apariencia.
La profesora los encaró y les dijo que debería resultarles obvio que había sufrido una operación, según explicó.
Afortunadamente para ella, sus cicatrices sanaron casi en su totalidad al día de hoy.
Biddle ahora se dedica a explicar los peligros del cáncer de piel, así como la importancia de su protección.
Se cree que una de las causas de la aparición del tumor en cuestión es, tal y como explica la afectada, no haberse aplicado crema solar durante su infancia, dejando su piel al descubierto ante el sol.