Estas parejas aseguran no tener miedo de romper con los esquemas tradicionales. (Foto: Referencial/Pixabay)
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Cada año el mundo nupcial incluye, mantiene o destierra ciertas tendencias que van desde lo más sencillo hasta lo que se podría considerar insólito. Este es el caso, por ejemplo, de una nueva moda que consiste en que los recién casados celebren la unión cada uno por su lado.
A pesar de que suene extraño, se trata de una tendencia que se va instalando de a pocos y que viene obteniendo gran popularidad entre los más jóvenes.
Prueba de ello, la información recopilada por The New York Time, medio que dio a conocer los casos de algunas parejas que optaron por viajar miles de kilómetros lejos uno del otro.
Según dijeron, su decisión se basa en que las experiencias por separado “pueden ser más valiosas que las obtenidas en pareja si se comparten”.
Este fue el caso de Irene O’Brien, de 37 años, que en 2016 celebró su luna de miel en Canadá mientras que su esposo lo hizo en Francia.
La mujer contó que “ninguno de los dos quería estar donde estaba el otro”.
“Nosotros regresamos a Dublín (Irlanda) llenos de historias, charlando de nuestros viajes y realmente encantados de volvernos a ver para compartir los recuerdos: fue la perfecta luna de miel imperfecta”, añadió.
Similar caso es el de Pawel Frackiewicz, de 33 años, quien dedicó parte de su luna de miel a su esposo. Poco tiempo después, optaron por separarse para que él pudiera continuar haciendo turismo y ella realizar su anhelado voluntariado en la India en 2017.
“Lo hicimos porque nos gusta viajar solos, pensamos que nos hartaríamos el uno del otro después de tres meses”, dijo Frackiewicz.
Por otra parte, están también quienes prefieren priorizar lo laboral sobre el romance.
“Es una práctica moderna muy individualista de eficiencia por encima de todo lo demás”, indicó William Powers, de 48 años, cuya luna de miel con su esposa consistió en que ambos realizaran viajes de trabajo a distintos países a miles de kilómetros de distancia.
“Creo que esto está ligado a la adicción al trabajo”, agregó.
La idea podría parecer descabellada para algunos; sin embargo, para Lisa Marie Bobby, directora clínica de un centro de asesoramiento psicológico en Denver (Colorado, EE.UU.), esto puede interpretarse como un signo de bienestar emocional a largo plazo.
Y es que “si bien tomar lunas de miel separadas puede parecer extremo, las parejas altamente individualizadas pueden ver su independencia y sus experiencias separadas como una fortaleza en su relación”, señaló.
“Francamente, la idea de lunas de miel separadas puede indicar la evolución continua del matrimonio”, indicó por su parte Jessica Carbino, socióloga de la aplicación de citas Bumble que aseguró que este fenómeno puede considerarse como “un reconocimiento entre algunas parejas de que una persona no puede cumplir todas las expectativas”.
