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Historias | La contaminación de los mares es uno de los más graves problemas que afronta el planeta. Cada vez es menos inusual encontrar ballenas que han fallecido famélicas con kilos de plástico en sus estómagos o tortugas atrapadas en redes o bolsas del mismo material.
Sin embargo, el pasado fin de semana en Estados Unidos (USA), ocurrió un hallazgo singular, que fue reportado por el Chicago Sun Times. Un grupo de pescadores atrapó un pez en el lago Michigan que tenía algo bastante inusual: un anillo de matrimonio.
El anillo no fue tragado por el pez. Tal y como se aprecia en la imagen de la trucha cabeza de acero, la sortija se encontraba atada a la cola del animal. El capitán de la embarcación que tuvo la peculiar pesca, Jim Nelligan, sostuvo que se trata de la “clase de locura que lleva a fábulas”.
“Alguien puso su anillo de matrimonio a este pez y lo atrapamos. Me pregunto si fue divorcio o muerte, pero es una historia loca”, comentó al medio estadounidense, que aventuraba como hipótesis que algún hombre rechazado por su amada había dejado la sortija en el pez, y al mismo tiempo instaba al público a buscar la verdadera historia detrás de la sortija.
Pues gracias a la viralización de la imagen del anillo de matrimonio en la cola de pez a través de redes sociales como Facebook, ya se conoce la historia de la sortija, y no era de amor.
“Estoy convencido de que el anillo está maldito”
El capitán Jason Rose decidió el 4 de mayo poner el anillo en la cola de un pez y luego devolverlo en el puerto de Whitehall, Michigan, como un movimiento catártico, una forma de cerrar un capítulo en su vida.
“Amor perdido”, sostuvo Rose. “Estuve casado por casi una década. Mi exesposa y yo decidimos tomar caminos distintos”, explicó.
“Soy un guía de pesca y ella estaba en contra de que siguiera mis sueños y odiaba cuánto pescaba”, agregó. “Han pasado cuatro años desde nuestro divorcio. Sentí que necesitaba deshacerme del anillo, pero no quería tirarlo simplemente al fondo, así que lo ‘liberé’ de la mejor forma que sé. Estoy convencido de que el anillo está maldito. Mi vida ha sido genial desde que me deshice de él”, sostuvo.
Para Nelligan, sin embargo, no ha sido una sorpresa escuchar que el anillo se encuentra maldito. “Es gracioso que diga que el anillo está maldito (porque) ese anillo está maldito. Desde que llegó a mi bote he tenido problemas con los controles de mi motor Glendinning, el interruptor para elevar el piso del timón para llegar a los motores se rompió y la manguera en mi muelle explotó”, explicó.
“Creo que se lo enviaremos de vuelta, sin dirección de retorno”, agregó.