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La generosa y persistente acción de un investigador privado y expolicía californiano salvó de una muerte segura y devolvió a la libertad a una burra salvaje que estuvo atrapada en un islote de Estados Unidos (EEUU) en medio de un lago por casi tres años. Todo lo que implicó la titánica misión es viral en Facebook.

“Fueron muchas llamadas y solicitudes de ayuda para sacar a esta burra, que estaba sola, expuesta a morir de hambre y aislada por culpa del cambio climático”, dijo a Efe Harry Markarian, un antiguo detective de la Policía de la ciudad californiana de Merced.

La primera vez que Markarian vio a Hillary, como la denominó, el animal estaba con una pequeña manada de burros salvajes en un pedazo de terreno elevado en el lago McClure, un embalse en las estribaciones de Sierra Nevada y en el oeste del condado Mariposa, en el centro de California.

Los burros salvajes habían llegado al lugar como resultado de los años de sequía que experimentó el estado a comienzos de esta década.

El embalse se había secado y había dejado al descubierto una gran porción de tierra, pero las lluvias de 2016 cambiaron el panorama y formaron dos islas.

Markarian, de 61 años y un aficionado a la pesca y la vida silvestre, dijo que en esas dos islas se quedó la burra con sus compañeros de manada y si bien con el tiempo los otros animales lograron salir no fue el caso de Hillary, que tiene un problema en la pata delantera derecha.

Hillary se quedó sola en uno de esos pedazos de tierra.

Para agregar más drama, las lluvias de los últimos años redujeron cada vez más el terreno donde vivía el animal, al que eventualmente solo visitaban algunas aves.

Todo apuntaba a que Hillary estaba condenada a morir pero Markarian se propuso reubicarla, una tarea que parecía sencilla pero se convirtió en titánica.

El investigador, que por más de 20 años resolvió crímenes en la ciudad de Merced, comenzó en 2017 a buscar a las agencias responsables del animal.

Hillary estuvo atrapada en un islote de EEUU por casi tres años. (EFE)
Hillary estuvo atrapada en un islote de EEUU por casi tres años. (EFE)

La pesquisa lo llevó al Distrito de Irrigación de Merced (MID, en inglés), responsable del terreno donde estaba atrapada Hillary, así como al Departamento del Alguacil del condado Mariposa, el Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California (CDFW) y hasta la Oficina Federal de Administración de Tierras (BLM).

Markarian explicó que las agencias estatales derivaron la responsabilidad a las autoridades federales, invocando una ley de caballos salvajes y libre circulación de burros de 1971, que protege a las manadas de estos animales en áreas específicas de pastoreo.

“Cada uno apuntaba el dedo hacia otra agencia o autoridad para decidir quién tenía responsabilidad sobre Hillary, pero nadie se hacía cargo, recordó el investigador privado.

El caso de Hillary llegó incluso a oídos de biólogos y expertos de la Universidad de California Davis, quienes el año pasado recomendaron dejar al animal en el islote debido a los riesgos que conllevaba sacarlo.

Los lugareños y el investigador se habían dedicado a alimentar al animal, pero la progresiva falta de pasto y el riesgo de que muriera de hambre llevaron a Markarian a convocar en julio pasado a voluntarios y expertos para rescatar a Hillary de una vez por todas.

El exdetective se encontró de nuevo con otra pared, esta burocrática, ya que su rescate podría ser ilegal, pero finalmente la presión pública hizo que a finales de agosto pasado la estatal CDFW organizara el rescate, que como se esperaba no fue fácil.

Los veterinarios intentaron atraer a Hillary a un corral improvisado colocándole pedazos de sandía para poder capturarla, pero no cayó en la trampa y unos gansos terminaron comiéndose la fruta.

Finalmente, tuvieron que dispararle tranquilizantes para trasladarla en un bote a tierra firme y de ahí al refugio de la organización Peaceful Valley Donkey Rescue, cerca de la ciudad de Sacramento, la capital de California.

Bob Stafford, biólogo de CDFW, explicó a Efe que no se liberó a Hillary cerca de su manada por temor a que los otros burros la rechazaran tras haber estado tantos años alejada, así que la llevaron al refugio donde además los veterinarios le trataron del problema en una de sus patas.

“Se ve muy bien, se ha acoplado rápidamente y ahora sabemos que estará segura y no va a estar sola”, dijo Markarian, quien esta semana se reencontró con Hillary en su nuevo hogar y le ha prometido que la seguirá visitando.

Ana Milena Varón / EFE