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Si algo bueno tiene Internet es su capacidad de encontrar ayuda de forma rápida. Un ejemplo claro lo encontramos esta semana en Tailandia donde un video de un perro que esperó a sus dueños al borde de una carretera durante cuatro años tocó el corazón a más de uno. La historia de Leo fue compartida en Facebook por un internauta tailandés y en tan solo unos días han logrado el objetivo.

El internauta vio a Leo dando vueltas por la vía, como si estuviera abandonado, antes de que apareciera una mujer que vino a alimentarlo. Después de preguntarle a la mujer, descubrió que Leo había estado esperando en ese mismo cruce durante cuatro años.

La señora Pinnuchawet le contó al hombre que había intentado en varios ocasiones llevar a Leo a su hogar ya que se hallaba visiblemente delgado y presentaba síntomas de tener sarna en la piel, pero después de unos días el perro escapó y volvió al camino.

Como el perro no quería abandonar el lugar, la mujer le llevó comida todos los días. Cuando ella estaba ocupada era algún miembro de su familia el que se encargaba de alimentarlo. En Facebook se emocionaron con la historia y compartieron la ubicación de Leo, con la esperanza de encontrar a sus dueños.

En cuestión de unos días una familia se contactó con el internauta que había visto al perro. Le dijeron que era idéntico a su perro, BonBon, que se había perdido cuatro años atrás cerca del lugar donde el perro ahora esperaba.

El propietario del perro, de apellido Noi, explicó que iban de vacaciones cuando se detuvieron en una estación de servicio y se dieron cuenta de que BonBon ya no estaba en el auto. Estuvieron horas buscándolo por los alrededores, no lo encontraron y siguieron su camino sin él.

La familia creyó que BonBon ya estaría muerto y se asombraron cuando lo vieron en Facebook. Fueron hasta el lugar y comprobaron que era BonBon. En el reencuentro, el perro se emocionó tanto como sus dueños, pero cuando quisieron llevárselo, se negó a seguirlos. Hubo varios intentos y todos fueron negativos.

La señora Pinnuchawet hizo una prueba. Trató de llevar a BonBon o Leo a su casa, y el animal fue con total tranquilidad. La familia Noi se dio cuenta que BonBon ya había elegido su destino. Los Noi prometieron volver a verlo cada tanto y hasta se encargaron de los gastos médicos del tratamiento para su sarna.