Lana Maria Wigand descubrió que está embarazada 19 días antes del nacimiento de su bebé. (Facebook)

Lana Maria Wigand descubrió que está embarazada 19 días antes del nacimiento de su bebé. (Facebook)

Síguenos en Facebook



Un singular caso médico que ha dado la vuelta al mundo. Una mujer brasileña de 27 años de edad descubrió durante una visita al ginecólogo que estaba embarazada de ocho meses. Apenas diecinueve días después, su hijo, Gabriel, nació sano pesando tres kilos y midiendo 47 centímetros. La historia es viral en Facebook.

Ocurrió en Curitiba, estado de Paraná. Lana Maria Wigand, que tomaba píldoras anticonceptivas y sus ciclos menstruales eran regulares, nunca imaginó que podía estar gestando y menos estar con ocho meses. Había engordado cuatro kilos, pero los atribuyó a que ya no hacía ejercicio y había descuidado su alimentación.

La primera señal de alerta fue un supuesto cólico que la llevó a la consulta con un gastroenterólogo. Días después, observó algo “diferente” en su flujo y decidió visitar a su ginecóloga. La historia, de la que se hace eco el portal G1, ha llamado la atención de los usuarios de las distintas redes sociales como Facebook.

“Al llegar, la doctora apretó mi barriga y, espantada, me dijo que estaba muy, pero que muy embarazada”, recuerda Wigand, que llevaba una año sin ir al ginecólogo.

Por su parte, su doctora, Flavia Martins Vieira Bueno, comentó que su paciente “es muy delgada y siempre ha hecho actividad física”, por lo que “su fuerte musculatura abdominal hizo que el útero creciese, pero la gravidez no fuese hacia fuera”.

“El bebé creció presionando los órganos internos, lo que potenció los síntomas de gases, ardor de estómago y estreñimiento intestinal”, afirmó la doctora, mientras recordó que no existe un método anticonceptivo 100% seguro.

Respecto a la menstruación que Wigand presentó durante el embarazo, la ginecóloga dijo que al usar anticonceptivos, su paciente estaba acostumbrada a tener un periodo escaso. Los dos últimos meses en los que el flujo prácticamente disminuyó Wigand sí se alarmó, pero nunca imaginó que la razón de sus desajustes fuese un bebé.