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The Walking Dead: ¿Qué pasó en el quinto capítulo de la temporada 5?

Cuidado, alerta de spoiler. Eugene (Josh McDermitt) es un fraude. Esa es la gran conclusión del quinto capítulo de la quinta temporada de The Walking Dead, titulado Self Help. ¿Ya no hay esperanzas para la humanidad?

Empezando el episodio, el grupo liderado por Abraham (Michael Cudlitz) está muy feliz en un autobús en camino a Washington. En medio de esa alegría, Maggie (Lauren Cohan) le pregunta a Eugene cuánto tiempo tomará “después de que lleguemos a esa terminal y hagas lo que tienes que hacer” para que el mundo vuelve a la normalidad. En respuesta, este precisa que todo depende de ciertos factores como la densidad de la población de infectados y patrones climáticos. “Cambia el juego un poco cuando se trata de transmisión de agentes patógenos por el aire”, agrega.

¿Qué replica Glenn (Steven Yeun)? Simplemente pregunta: “¿por qué el pelo”, en referencia al peculiar corte de cabello de su compañero de viaje y dando a entender que no comprendió nada de lo que dijo.

Repentinamente, una falla hace el vehículo se vuelque y todos terminen rodeados de walkers.

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Poco después viajamos en el tiempo con Abraham y descubrimos parte de su doloroso pasado con su familia. Ya consciente, el militar dirige al grupo contra los walkers a pesar de estar lastimados y frustrados por perder su medio de transporte. No obstante, acaban fácilmente con los invasores. El mismo Eugene participa y salva a Tara (Alanna Masterson). ¿Continuarán con su misión? El personaje de Cudlitz decide que sí, siendo respaldo por Glen más que todo por lealtad porque la desesperación del primero es evidente.

“Vamos a salir de esto porque tenemos que (…) Cada dirección es una pregunta. Nosotros no vamos dar la vuelta. No vamos a parar. Seguiremos viajando. Encontraremos otro vehículo por la carretera. La misión no ha cambiado”, dice Abraham.

El grupo se refugia momentáneamente en una librería, donde Abraham le dice a Glenn que las únicas personas que quedan en el mundo son las fuertes, pero esa fortaleza puede representar una amenaza y por eso a veces tienen que matarse entre sí.

En el flashback, Abraham acaba salvajemente con la vida de unos hombres que al parecer amenazaron a su familia. Solo que después de esta experiencia, su esposa e hijos le temen y por eso se van. Más tarde los encontraría muertos y decide suicidarse, pero justo antes del tiro de gracia escucha los gritos de Eugene, quien le pide ayuda y después le da una misión.

Maggie y Rosita (Christian Serratos) hablan de las posibilidades de quedarse en el pueblo en el que se esconden, al menos durante el tiempo que les tome recoger suficientes provisiones. No obstante, Abraham insiste en marcharse e informa que ya tienen un nuevo medio de transporte: un camión de bomberos cargado de agua.

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Antes de reemprender su camino, son atacados por más walkers y solo la intervención de Eugene, haciendo uso de la presión del agua lanzada por la manguera, logra salvarlos. Poco después, Abraham retira restos humanos que impiden el funcionamiento del camión y echa a reír: descubre que en el suelo está escrito ‘Hay enfermos adentro, déjenlos morir”.

(Foto: AMC)

Ya de vuelta en la carretera, el camión de bomberos termina por estropearse definitivamente, justos unos pocos kilómetros antes de una zona infestada por walkers. Tal es la amenaza esta vez que todos coinciden, incluso Rosita, que no pueden continuar, pero Abraham repite para sí unas palabras y arrastra a Eugene para llevárselo consigo. Cuando el pleito entre los compañeros de viajo parece irremediable, Eugene ya no puede soportar la mentira.

“Yo no sé cómo detener esto. Yo no soy científico”, confesó para después explicar que su historia falsa era la única forma de mantenerse con vida, aunque también considera que está haciéndoles un favor a los sobrevivientes al hacer que viajen a Washington. En el cómic, Eugene es un profesor de ciencias.

Naturalmente todos entran en shock al descubrir quién es realmente Eugene. Abraham reacciona muy mal y golpea a su otrora protegido al punto de tener que intervenir los demás para que no lo mate. El militar se arrodilla a un lado del camino y llora. Ya no tiene una misión. Ya no tiene la misión que el mismo Eugene le comunicó cuando pensaba quitarse la vida.

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